Esta es una historia de amor a los animales, conciencia ambiental y cuidados fraternales que trascienden el tiempo y, por ello, aún hoy se lo puede recorrer, disfrutar y emocionarse a menos de 200 kilómetros de la capital provincial.
El Zoo Bal Park, ubicado en Montecarlo, es un lugar emblemático de la tierra colorada que tiene su origen hace ya medio siglo de la mano del pionero Federico Kruse. Este hombre comenzó a juntar, merced a su trabajo, animales lastimados, que eran capturados o que estaban en cautiverio y no eran mascotas.
Así, el 15 de julio de 1979 abrió sus puertas por primera vez al público el Zoo Bal Park, tras casi una década de cuidar, alimentar y proteger animales, en su mayoría que no pertenecían al hábitat natural de la tierra colorada.
El legado de Don Federico no se truncó, se acrecentó y siguió de la mano de su hija Ingrid Kruse y sus nietos Nicolás y Darío Neumann Kruse.
Hoy, a casi cuatro décadas de su apertura, este zoológico único en la región cuenta con unos 200 ejemplares de más de 80 especies distintas, a lo largo y a lo ancho de unas ocho hectáreas con abundantes especies arbóreas autóctonas, frutales y algunas de otras zonas del planeta.
Además, el predio es recorrido por el arroyo San Juan, transformando el lugar en un espacio de singular belleza.
Segunda generación
PRIMERA EDICIÓN visitó este emprendimiento privado y Nicolás, nieto de Federico Kruse, ofició de guía con toda amabilidad en un recorrido imperdible y plenamente recomendado para toda la familia misionera, el turista argentino y aún más del exterior.
“Este es un emprendimiento netamente familiar que inicio mi abuelo Federico y que hoy continúa de la manos de su hija y nietos”, confirmó Nicolás, remarcando que “este zoológico nació con el objetivo de darle un lugar a animales lastimados que no tenían donde ir, o especies en cautiverio que no eran de la región e inclusive animales que eran tenidos como mascotas, pese a que no lo eran, y cuando crecían sus dueños ya no los podían cuidar”.
Destacó que “acá tenemos unos 200 animales de más de 80 especies y varios animales lastimados que, una vez que se recuperan, ya no pueden volver a su hábitat. Muchos nacen aquí en cautiverio y a ellos se deben agregar los animales que nos traen sanos y nos piden que les demos un lugar, un refugio, porque ya no pueden tenerlos más por diferentes motivos”.
Animales al aire libre
Pavos reales, patos, gallinas silvestres y lechuzas transitan al aire libre y son toda una atracción para los visitantes, ya que por un lado ven animales en sus jaulas o corrales y otros que están sin ningún tipo de restricciones y que acompañan a lo largo de parte del recorrido.
“Tengo, sólo para contarte, dos cóndores que llegaron lastimados en 1980 y hasta hoy están con nosotros”, resaltó Nicolás Kruse.
“El Zoo Balk Park es parte de la familia, nací, me críe y creo que voy a morir acá. Son muchos años de esfuerzo de toda la familia en este lugar. Nuestro abuelo nos enseñó a cuidar y a defender a los animales, como así también a la naturaleza, como si fueran parte de la familia”, sentenció el nieto de Don Federico.
Para agendar y visitar
El Zoo Bal Park abre sus puertas todos los días del año, en verano de 8.30 a 19 y de 8.30 a 18, en invierno. El precio de las entradas es de 80 pesos los adultos y 50 pesos los menores (4 a 12 años).
Los visitantes, además de recorrer el predio, pueden utilizar en el lugar parrillas y quinchos donde se puede pasar el día luego de recorrer el amplio zoológico y disfrutar así de una jornada única en un ambiente natural y paisajístico típico de Misiones.