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No fue poca la responsabilidad que tomó en sus manos un grupo de amantes del atletismo hace casi dos años, en 2017. Había que rearmar todo, desde los papeles hasta la propia personería jurídica. Y como el ave fénix, la Federación Misionera de Atletismo (FeMA) renació de las cenizas.
Al frente de ese equipo de trabajo estuvo y está Ofelia Hippler, quien tomó el desafío -o la posta, para darle un tinte ligado a la disciplina- y logró así aceitar y volver a hacer andar los engranajes de una organización que parecía acabada, pero que era tan necesaria para el atletismo misionero.
Dos años después de iniciar esa aventura, Hippler habló con EL DEPORTIVO e hizo un balance sobre la realidad de la disciplina en la tierra colorada, lo que falta, lo que sobra y cómo hacer para cumplir ese sueño de tener un misionero en los Juegos Olímpicos.
Ofelia, poco se conoce de la FeMA… Para arrancar, contanos un poco de su historia…
La Federación se creó en 1976, en el Centro de Educación Física de Eldorado, con la presidencia del profesor Carlos Ramírez. Fue un grupo de profesores el que inició todo esto, porque el atletismo surge de las escuelas. La FeMA está inscripta en la Confederación Argentina de Atletismo (CADA) desde ese año, pero recién se constituyó con todos los requerimientos y normativas correspondientes a fines de 2017.
¿Qué pasó que en tantos años nunca existió el reconocimiento jurídico?
El atletismo es un deporte humilde, que atiende a una franja etaria de escasos recursos económicos. Y todos estos requerimientos administrativos y jurídicos tienen un costo y requieren de un tiempo de inversión. Creo que esa es una realidad de muchas disciplinas en la provincia, hubo una crisis dirigencial muy grande en los 90, que en buena parte derivó en que muchas instituciones deportivas no pudieran cumplimentar estos trámites y siguieran funcionando a pulmón, como hasta hoy lo siguen haciendo muchísimas.
¿Cuál fue el objetivo cuando tomaron la posta?
Nosotros, como comisión directiva, nos planteamos hacer una mirada hacia adentro, hacia la provincia, no tanto buscar participantes importantes a nivel nacional en los primeros años, sino normalizar toda la situación jurídica y contable.
Y eso vino de la mano con algunos logros deportivos…
Claro, eso se trasladó a lo otro, a lo deportivo. El año pasado tuvimos actuaciones a nivel sudamericano, como el caso de Luis Ortiz o Valeria Baron. Y en 2018 se logró la clasificación de Gastón Benítez en salto en alto, con un registro de dos metros. Hay antecedentes a fines de los 80 de participantes con resultados similares, como los de Bukaziewickz, Mauricio Griss o Daniel Quiróz. En aquella época, la provincia tuvo una importante incursión a nivel federado, pero con la representación jurídica de la Asociación de Atletismo de Posadas. Todo se hacía por esa vía y no se federalizaba mucho hacia la provincia.
Pasaron dos años y están a las puertas de la primera asamblea formal de la Federación…
Así es, el sábado 18 de mayo se va a llevar a cabo la primera asamblea jurídica. Va a ser la primera asamblea formal en 40 años, con los delegados titulares y suplentes de los ocho clubes que están asociados. Va a ser en Puerto Rico, donde tenemos nuestra sede legal.
¿De dónde son esos clubes?
Esos clubes son ocho y algunos están en proceso de normalizar su situación jurídica. De ese total, cuatro están activos: Oberá, Eldorado y Puerto Rico. Esos son los tres puntos fuertes que tiene el atletismo federado en la provincia, además de Posadas, que también está haciendo un trabajo muy importante en ese proceso de normalización, lo que nos da una satisfacción enorme, porque queremos cubrir y estar en todos los lugares de la provincia.
¿Qué falta para tener un atleta misionero en los Juegos Olímpicos?
Para tener un atleta olímpico misionero, las condiciones están dadas en cuanto a la calidad de atletas que tenemos. Las condiciones de nuestros deportistas son envidiables. Sin embargo, lo que quizás está faltando es ampliar más el trabajo en cuanto a lo competitivo, a la organización de eventos locales y provinciales. Si bien tenemos un calendario, nos cuesta mucho cumplirlo, porque no somos muchos. Y en el atletismo, para llevar adelante un evento de pista o campo, necesitás de muchas personas para la fiscalización. Nuestra disciplina no es “cómoda” en cuanto a eso, no es indoor, tenés que estar muchas horas a la intemperie, bajo el sol. Y es un trabajo muy solitario. Todo eso hace que quizás se vea como un deporte no muy atractivo a la vista de muchos profesores o jóvenes.
¿Y en cuanto a las instalaciones?
En ese sentido, vamos a dar un paso muy importante durante el segundo semestre, con la pista sintética que ya se está construyendo en el CePARD de Posadas. Va a ser la primera y seguramente la única por mucho tiempo, porque los costos para hacerla son muy elevados. Es un proyecto que nació varios años atrás pero que ahora el Ministerio de Deportes está concretando. Va a ser una pista reglamentaria y homologada por la CADA, con la que Misiones va a poder organizar certámenes nacionales e internacionales. Va a ser un óvalo de 400 metros y en la parte interna se va a poder practicar salto en largo, en alto, todos los lanzamientos... Eso es muy satisfactorio, porque nos da la posibilidad de seguir creciendo. Y va a quedar para que en el futuro nuestros atletas no tengan que irse al CeNARD (de Buenos Aires). Y tenemos buenos exponentes juveniles, como el caso de Agustín Da Silva y otros tantos.
Como dirigente, ¿qué significaría tener un misionero en los JJOO?
Todos soñamos con eso, sería el punto más alto. Va a llevar algunos años, pero con la proyección que tenemos, si nuestros entrenadores se capacitan y perfeccionan con los niveles de la Asociación Internacional, el sueño de tener un misionero olímpico es posible. Sólo un ejemplo, pero estuvimos a un paso de que Gastón Benítez participara en los Juegos Olímpicos de la Juventud, el año pasado en Buenos Aires. Le faltaron milímetros. Eso nos indica que estamos cerca y con chances de que eso vuelva a suceder en los próximos años. Por eso, soñar mínimamente con eso, hoy por hoy, no cuesta nada.
La inclusión ante todo
Además de la labor para normalizar los papeles, la Federación creó semanas atrás en su seno la Secretaría de Atletismo Adaptado, que busca incluir a los deportistas con capacidades diferentes.
“La Secretaría está conformada por entrenadores de Eldorado, Jardín América, Oberá y Posadas. La intención es acompañar el desarrollo en el atletismo de personas con capacidades diferentes, para que sean federadas y puedan competir bajo la órbita del Comité Paralímpico Argentino (COPAR)”, explicó Ofelia Hippler.