Esta investigación, para la cual se entrevistaron a personas de Francia, Alemania, Irlanda, Italia, España, Portugal, Países Bajos y Reino Unido arroja resultados muy interesantes ante la Cuarta Revolución Industrial y la ola de transformaciones tecnológicas que ya estamos viviendo, y que tienen que ver con el avance de la robótica y la inteligencia artificial, entre otras tecnologías.
Por ejemplo, el 60% de los sondeados opinó que el sistema educativo no los está formando para enfrentarse a los desafíos que comportan las nuevas tecnologías.
Esta opinión se da, especialmente, en los titulados universitarios de más edad que admiten su desorientación dentro de un mercado laboral que cambia rápidamente. Además, muchos afirman que los negocios no se están adaptando a esta nueva fase. En esta línea, el 40% dijo que la empresa para la que trabaja desaparecerá en los próximos 10 años si no impulsan cambios rápidos.
Si bien en nuestro país no se realizó esta investigación, la situación que atravesamos es la misma, ya que el mundo está globalizado. De hecho, en esta nueva era digital están cambiando las habilidades que deben desarrollar las personas para seguir siendo productivas. De hecho, un estudio de 2018 elaborado por la consultora de Recursos Humanos ManpowerGroup, dice que en Argentina más de la mitad de los empleadores tiene dificultades para reclutar colaboradores para posiciones específicas.
¿Qué está sucediendo? Cambió la manera de hacer negocios, de conocer y abordar al consumidor, de tomar decisiones y muchas cosas más. Cambió la forma de trabajar y este fenómeno continuará ya que es impresionante la implementación de soluciones basadas en inteligencia artificial y otros sistemas vinculados a la automatización, por lo que la fuerza de trabajo debe adaptarse a las nuevas necesidades de las empresas.
En esta línea, el World Economic Forum anticipó el año pasado que para 2020, el 33% de todas las habilidades demandadas serán nuevas. Moraleja: Las organizaciones deberían capacitar a sus empleados para que éstos sigan siendo productivos, al tiempo que los más jóvenes tienen la oportunidad de analizar qué tipo de carrera le conviene seguir estudiando. Por supuesto, para todos la consigna es la misma: colgar un título universitario en una pared como quien llegó al final de una escalera es algo obsoleto, y hoy tenemos que acostumbrarnos a aprender a lo largo de toda la vida, un concepto que viene del inglés “lifelong learning” .
Cómo aprender
La tecnología no sólo avanza para modificarnos la forma de trabajar sino también para simplificarnos el acceso al conocimiento. En este sentido, existen varias formas en la cuales cada uno de nosotros puede seguir capacitándose más allá de su edad. A los programas presenciales enmarcados dentro de una institución formal, se han sumado nuevas modalidades, entre ellas, el aprendizaje autodirigido, que se da cuando los estudiantes tienen la posibilidad de estudiar a su propio ritmo, en cualquier momento y lugar con un dispositivo que tenga acceso a internet.
En la web está lleno de cursos, talleres o tutoriales de instituciones educativas que entregan certificados para que podamos seguir intensificando nuestros conocimientos. Incluso, es buena idea intentar aprender a través de métodos informales como los tutoriales que hay en YouTube, y por los cuales no hay que abonar ni un centavo.
Más allá de las habilidades que busquemos desarrollar, y del sistema de enseñanza seleccionado, lo importante es entender que el aprendizaje a lo largo de la vida es una herramienta crucial para ser constantemente relevantes en fuerza de trabajo y en la vida diaria.
Nos ayuda no solamente a hacer mejor nuestro trabajo y a crecer profesionalmente, sino también a conservar la capacidad de obtener habilidades y mantener nuestra mente activa y sana.
¿Qué está sucediendo?
Cambió la manera de hacer negocios, de conocer y abordar al consumidor, de tomar decisiones y muchas cosas más. Cambió la forma de trabajar y este fenómeno continuará ya que es impresionante la implementación de soluciones basadas en inteligencia artificial y otros sistemas vinculados a la automatización, por lo que la fuerza de trabajo debe adaptarse a las nuevas necesidades de las empresas.
Por Débora Slotnisky
Periodista especializada
en tecnología – Twitter: @deboraslot