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La delantera de Boca Juniors, Yamila Rodríguez, anduvo por Posadas para recuperarse de una lesión, recargar energías y, de paso, visitar a la familia, tomar un poco de aire de la “ciudad loca” que tiene en Buenos Aires y volver al lugar donde empezó todo: el entrenamiento de Huracán. Allí, al costado de la cancha mitad pasto mitad tierra, con mate en mano, Yamila se prestó a un mano a mano con EL DEPORTIVO donde habló de todo: sus inicios en Boca, la Selección, el Mundial que se viene y la profesionalización del fútbol femenino. Una crack dentro y fuera de la cancha.
Una lesión permitió que la joven nacida en las Globitas, vuelve a Misiones. “Como no puedo jugar, para no estar al pedo allá, me vine. Siempre que puedo me escapo de Buenos Aires y vengo acá, de donde salí. Aparte de recuperarme vine a ver a mi familia, a mis amigos, Chino (NdR: Torres, entrenador de las Globitas), a las chicas. Me pone feliz verlo a Chino con todas las nenas que quieren llegar como llegué yo y me alegra mucho”.
Yamila siempre tuvo el sueño de jugar en el Xeneize. “Soy muy hincha de Boca”, remarca. En 2017 a Chino Torres le habían avisado de una prueba en el club de La Ribera por lo que todo el plantel femenino de Huracán se fue a enfrentar a la reserva de Boca.
“Ganamos no sé cuanto a cero”, recuerda entre risas. Es más, ni siquiera se acuerda la cantidad de goles que hizo ese día, “creo que ni Chino se acuerda”. En ese partido, la profe Marcela, por entonces entrenadora de Boca, “me había elegido y quedé. Tenía 17 años pero debía cumplir los 18 para llegar al club entonces, mientras tanto, Chino me estaba preparando y así fue que quedé”.
Una vez en Boca, el club la cedió a préstamo al Santa Teresa de Badajoz, en España, donde estuvo cinco meses para volver a quedarse en Boca, como lo había soñado desde siempre. “Un día vine al entrenamiento y el Chino me llamó al salón para hablar. Me preguntó cuáles eran mis sueños, mis metas y yo le dije que mi sueño era llegar a Boca y, si Dios quiere, a la Selección. Y él me dijo vas a llegar… así que ahora le agradezco a él que siempre me apoyó y me mandó para adelante. Ahora estoy viviendo todo esto”. La otra parte del sueño se hizo realidad rápidamente: el mismo año que volvió a Boca, fue convocada para la Selección Argentina.
Con semejantes antecedes no es de extrañar que sea la referente de las chicas que hacen sus primeras armas en Huracán. Lo dicen todas. “Queremos llegar adonde llegó Yamila”. “Me da una alegría enorme. Las veo antes de empezar el partido y se ponen nerviosas porque estoy y a mí también me pasó vivir ésto. Me alegra verlas jugar, que se diviertan, que el Chino les enseñe y, la verdad, me pone muy contenta ser la referente de las chicas”.
El día histórico en la Bombonera
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La ilusión de las chicas que entrenan todos los días en la cancha de Huracán aumentó exponencialmente cuando el 9 de marzo pasado vieron entrar a un piba nacida ahí, que pisaba el mismo pasto que pisan ellas, salir a jugar un partido oficial, nada más ni nada menos, que en la Bombonera. “Fue muy especial, más porque soy hincha de Boca, creo que ese día no me lo puedo olvidar. Cada vez que me acuesto a dormir pienso en el gol que hice. Fue una locura, la gente que fue a vernos se fue muy contenta por el juego que hicimos. Ojalá nos toque jugar de vuelta”. Ese día, único e histórico, está tatuado para siempre en Yamila. Literal. En su canilla derecha se la ve a ella prendida al alambrado de la cancha, feliz, con la fecha 09-03-19. “Me tatué a mí misma festejando con la tribuna porque ese día fue muy especial para mí”.
Yamila tuvo que adaptarse a la vida en Buenos Aires, a la que denomina “ciudad loca”. “Siempre trato de hacer algo, de no aburrirme, cada vez que tengo entrenamiento me divierto y estoy en mi casa, con mis amigos. Trato de despejarme porque cuando no estoy haciendo nada me pongo a extrañar y me quiero volver”, dice entre risas. Por los pasillos se cruza con los jugadores de Primera del fútbol masculino que, asegura, “siempre son amables y buenitos y se prestan para la foto o autógrafos, no hay problema”.
La selección y la profesionalización
Si bien todavía no se dio a conocer, todo parece indicar que Yamila será una de las 23 jugadoras que integre la lista definitiva para el Mundial de Francia que comienza en un mes. “Ojalá Dios quiera que esté, hay mucha expectativa de ir bien al Mundial físicamente. Yo me estoy recuperando de la lesión que tengo para estar al 100%. Lo que queremos es dejar a la Argentina en lo más alto que es donde tiene que estar después de tanto años que peleamos y luchamos para ir de vuelta, porque hace 12 años que Argentina no va al Mundial”. Sobre cómo se preparan señaló que “la gira (NdR: en el mes de abril por los Estados Unidos) nos sirvió mucho, necesitábamos ese roce internacional”.
Yamila vive del fútbol, de lo que le gusta, pero es sincera. “Claramente acá en la Argentina no se puede vivir del fútbol. Quizá más adelante seamos profesionales de verdad” porque “si vamos a hablar de ser profesionales en el fútbol, creo que hay que cambiar muchas cosas. No van a contratar sólo a ocho jugadoras teniendo 30 en el plantel. No son ocho las que van a jugar sino que son 11 o 23 a las que citan. Quizá en eso se equivocaron”. Sin embargo, lo califica como “un gran paso para que se vea más. Esto nos va a llevar a que tenemos que crecer futbolísticamente y si se tiene que hacer realmente profesional como el masculino, bienvenido sea”.