Una de las propuestas del candidato a gobernador de Juntos por el Cambio, Humberto Schiavoni generó polémica en el sector agrario, sobre todo por aquellos puntos referidos al maíz transgénico y la yerba mate.
En un almuerzo de la Regional NEA del IERAL Fundación Mediterránea, Schiavoni expuso ante un importante grupo de empresarios y economistas, momento en el cual mencionó que, en caso de ser elegido para gobernar la tierra colorada, potenciaría la generación de maíz transgénico en la provincia con fines de exportación. En este sentido, remarcó que es una apuesta que se debe hacer para proveer a los países demandantes. Cabe recordar que existe una iniciativa para desarrollar una cuenca productiva de maíz transgénico en Misiones, con el objetivo de exportar a Brasil y otros países demandantes.
También se refirió a la modalidad que utiliza el Instituto Nacional de la Yerba Mate y admitió que “el sistema no funciona porque la mayoría de las veces salió por el laudo y cuando el precio no se corresponde con la realidad económica es muy difícil”. Propuso consensuar otras alternativas de acuerdo con todos los sectores de la cadena productiva.
Resistencia del campo
Miriam Samudio es presidente de la Cooperativa Agropecuaria Productores Independientes Piray (PIP) y referente provincial de Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), una de las principales luchadoras contra la idea de plantar 250 mil hectáreas de maíz genéticamente modificado en Misiones, por ello ratificó ante la consulta de PRIMERA EDICIÓN que “el uso de las semillas transgénicas se resume en la muerte, porque sabemos que nos irá envenenando, nos va a ir matando, porque quita toda posibilidad que la naturaleza se desarrolle de manera normal y como debe hacerlo”.
Criticó la idea porque “pretenden reemplazar nuestras semillas criollas y atropellar la naturaleza. Para nosotros es una amenaza a nuestro sector y es lo que intentamos transmitir e informar a las familias campesinas, rurales, porque esa idea viene con todo un paquete tecnológico con químicos”.
“Nosotros más que nadie no podemos compartir esta idea porque lo vivimos, sabemos lo que pasa cuando los químicos y agrotóxicos están muy cerca de las familias. Además de todo el daño ambiental que provocan estas sustancias”, indicó.
Al mismo tiempo sentenció: “Más que nunca vamos a defender nuestra postura, decirles que se ‘dejen de joder’ con amenazar a la vida”.
Samudio se lamentó porque algunos técnicos de Agricultura Familiar de la Nación “dejaron de hacer la importante tarea de acompañar el trabajo y las propuestas de las organizaciones. Ahora se dedican a ‘bajar línea’ diciéndoles que deben hacer la prueba de plantar maíz transgénico en determinado espacio. Es una lástima, pero así lo hacen, siempre toman al productor por separado para intentar convercerlo”.
Añadió que esto ocurre en “las localidades de San Pedro, Bernardo de Irigoyen y otras cercanas. Mientras que en la Zona Centro, nosotros nos encargamos de aclarar que no vamos a permitir ningún tipo de experimento con semillas modificadas”.
Finalmente comentó que “estamos recorriendo las chacras y mantenemos conversaciones con las distintas asociaciones, ya sean cooperativas o grupos de productores, para conocer qué semillas tienen. Luego, nos reuniremos en las bases y se expondrán los resultados de los relevamientos en las diferentes regiones para hacer intercambios de conocimientos sobre las semillas criollas, mientras esperamos que se apruebe la ley, que está siendo analizada en la Legislatura Provincial”.
La especialista Marcela Bobatto, hace unos meses atrás explicó a este Diario que “la semilla transgénica es cuando se le incorpora un gen que es resistente al glifosato. Ya sabemos que esto es cancerígeno, que es teratogénico o sea van a nacer niños con deformidades, produce abortos en las mujeres, está ligado a la depresión, al aumento de celíacos en el mundo, produce hipotiroidismo, y todo tipo de cáncer”, ilustró.
“A ellos no le interesan los pequeños yerbateros”
El titular de la Federación Agraria Argentina (FAA) Misiones, Jorge Butiuk coincidió con el candidato de Juntos por el Cambio, pero criticó el modelo que éste defiende “porque a ellos no les interesan los pequeños productores. Dicen una cosa pero, después, hacen otra. Eso no sirve de nada”, sentenció.
Además, manifestó que “es difícil la situación del yerbatero, las condiciones de pago no mejoraron y mucho menos el precio oficial. En varias reuniones del sector productivo hemos coincidido que Cambiemos no está del lado del productor sino que favorece a los grandes”.
“Por supuesto que es importante modificar las reglas para fijar los precios, pero ellos ya son Gobierno y ni así implementaron cambios. Las asociaciones de productores, en varias ocasiones, planteamos esta cuestión pero nunca nos escucharon”, afirmó a este Diario. Butiuk también cuestionó una iniciativa que empezó a sonar con fuerza en el sector y que se refiere a la posibilidad de fijar precios en planta, situación que de avanzar sería “firmar la sentencia del pequeño productor”, aseveró.