El Gobierno misionero decidió crear programas propios, con financiamiento provincial, para reemplazar a otros programas que la Nación dejó de financiar destinados a asistir, capacitar e impulsar la actividad de pequeños productos, cooperativas y emprendedores en el interior. También servían para obras de agua potable, sanitarios y electrificación rural.
Se trata de los programas PROSAP, PISEAR, PROCANOR y Competitividad Forestal que hace más de diez años eran financiados por la Nación, pero desde este año se exigió a las provincias que se endeuden con organismos internacionales para tener continuidad.
Si bien las tasas de interés son accesibles y la utilidad es beneficiosa, el Gobierno provincial no tiene en su filosofía económica el endeudamiento y es por esto que se utilizarán fondos de la recaudación propia para crear y desarrollar programas que reemplacen a los anteriores y que cumplan objetivos similares.
El subsecretario de Planificación, Sebastián Orizabala, explicó que eran aportes no reembolsables y ahora la Nación pidió que las deudas con organismos internacionales las tomen las provincias. Consultado sobre cómo serán los aportes de la Provincia, indicó que “Misiones armará sus propios programas de acuerdo a las necesidades. De hecho ya comenzaron a trabajar en los mismos”.
Los programas que se ejecutaban en Misiones son cuatro: el PROSAP, el programa de Competitividad y Sustentabilidad Forestal; el PISEAR y el PROCANOR. El primero funciona desde 1995 y los otros desde 2009. La Nación tomaba la deuda con organismos internacionales, como el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), el Fonplata y otros, y transfería los fondos a las provincias. Los planes son auditados por diversos organismos y si una provincia no cumplía los objetivos, quedaba afuera de los próximos créditos.
Entre los trabajos que se realizaban, figuran electrificación rural, fortalecimiento de producción de granos, acceso al agua, vertientes protegidas, pozos perforados, mejoramiento de viviendas, baños comunitarios, invernáculos con sistema de riego, una sala de azúcar rubio, una sala de extracción de miel, producción lechera y equipamiento para tambos. Sólo en el programa PISEAR se ejecutaron 34 proyectos desde junio de 2017 por la suma de 32 millones de pesos. Muchos ahora quedaron a mitad de camino.
En el programa de Competitividad Forestal la provincia tenía pendiente recibir un desembolso de US$7.000.000; en el PISEAR se esperaban US$5.000.000 y en el PROCANOR US$4.500.000. Al cambio de esta semana representan casi 750 millones de pesos. En el caso del PROSAP se había concluido la ejecución y se hablaba de un nuevo convenio.
La Nación no ponía el 100% de los recursos, en muchos programas la Provincia estaba obligada a dar una contraprestación con fondos propios, con servicios, viáticos o con aporte técnico en el campo. El objetivo era mejorar la calidad de vida de las familias rurales para que se queden trabajando en la chacra y no emigren a la ciudad.
La Nación no dio fundamentos claros de esta decisión, sólo le ofreció a las provincias que tomen la deuda y transferirle el compromiso para no dar de baja los convenios vigentes. De diez provincias que tenían planes, tres aceptaron (Neuquén, Corrientes y Chaco) y otras no quieren tomar deuda (La Rioja, Salta, Catamarca, Formosa, Santiago del Estero, Córdoba).
En Misiones la decisión es no endeudarse y crear programas con financiamiento propio. Se decidió después de una ronda de conversaciones entre el gobernador Hugo Passalacqua y su Gabinete.
Otro aspecto negativo de esta situación es que, además del recorte, la Nación podría recibir una sanción de los organismos internacionales por discontinuar convenios ya firmados.