
Investigadores policiales y efectivos del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), abortaron un presunto intento de fuga de un detenido imputado por “doble tentativa de homicidio y privación ilegítima de la libertad”.
Según fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, las tareas de inteligencia adelantaron a las autoridades del SPP que, dentro de la Unidad Penal VI de Encausados, se gestaba un plan de fuga. Una vez presentado este informe despertó todas las alertas sobre la seguridad en el presidio y que se profundicen medidas relacionadas.
Esto fue así porque al adelanto de los pesquisas se le sumó el incidente de la semana pasada cuando, el empresario sospechoso de arrollar a una pareja de novios adolescentes el domingo 23 de septiembre de 2018 en la Costanera Oeste de Posadas, adujo necesitar atención médica inmediata, descompensado y con supuestos síntomas de un pico de presión arterial.
“Aseguraba que se sentía mal”, manifestó una fuente exclusiva. Por lo que se decidió que fuera trasladado a un centro de salud, pero no al hospital de Fátima, como habitualmente se procede en este tipo de casos, sino que por precaución el destino cambió hacia el Hospital Ramón Madariaga bajo el resguardo del Grupo de Intervenciones Especiales Penitenciario (GIEP).
Los efectivos iniciaron el operativo sin inconvenientes pero, al arribar al Parque de la Salud, se encontraron con familiares del detenido. Sorpresivamente, lo estaban esperando, pero esto no representó peligro, más allá de la sugestiva presencia.
Los uniformados del SPP advirtieron movimientos extraños en un hombre y una mujer en la sala de guardia del Madariaga. Le realizaban señas con manos y miradas al imputado que aguardaba su ingreso a una sala de atención.
Antes que los penitenciarios reaccionaran, los sospechosos se retiraron rápidamente del lugar y no volvieron a ser vistos.
Cuando los efectivos del grupo GIEP cruzaron información con encargados de la seguridad del hospital, tomaron conocimiento que minutos antes, un automóvil Fiat Uno de color oscuro intentó ingresar a un sitio no habilitado para vehículos que no fueran del servicio de salud, principalmente ambulancias.
Pero que el intento se repitió y ante el fracaso nuevamente, el conductor decidió acelerar y alejarse raudamente antes de ser interceptado.
Lo que también fue informado para tener en cuenta fue que el galeno de guardia que revisó al empresario detenido no habría hallado ningún síntoma de enfermedad o patología que requiriera medicación siquiera.
Las sospechas de ejecutar un plan de fuga, no serían nuevas, pero no habían superado el nivel de preocupación hasta el momento.
Todo lo sucedido fue comunicado al juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, que lleva adelante la causa que, tal como lo adelantó este medio el domingo, seguirá detenido luego de la confirmación del rechazo de la Cámara de Apelaciones en lo Penal al recurso elevado contra la ratificación de la prisión preventiva que, oportunamente, fuera ordenada por el magistrado instructor.