El Tribunal consideró prematuro el pedido del fiscal Abel Córdoba, quien lo había solicitado días atrás, al advertir el faltante de lana de la empresa Austral Agro, de la cual Leandro Báez era apoderado.
Córdoba había pedido la detención del hijo de Lázaro Báez por considerar que burló la inhibición y embargo decretado en la causa a raíz del faltante de la producción de lana de la zafra 2016 a 2018.
Según el informe de la interventora Susana Inés Santorsola, del total de la producción de 345.589 kilos, y tras una intimación cursada a Leandro Báez, sólo aparecieron 442 fardos de lana con un peso estimado de 215 kilos cada uno, lo que hacía un peso total de 95 toneladas.
Pese al faltante de unos 250.000 kilos de lana, Leandro Báez no supo explicar esa situación y durante una indagatoria hace pocos días en el juicio tampoco dio ninguna justificación.
En su pedido, el fiscal Córdoba advirtió que durante el mes de abril de 2018 hubieron seis depósitos efectuados por Lázaro Báez por un total de 12 millones de pesos y eso especula que puede ser producto de la venta en negro de esa lana faltante.
Además, recordó que los volúmenes de lana producidos por Austral Agro fueron consignados por el Consejo Agrario Provincial Santa Cruz (PROLANA), el ente que se ocupa de certificar cantidades y calidades de materia prima anterior a las esquilas.
“De tal manera, no existe manera de explicar el faltante de lana al que hacemos referencia, en la medida de que se trata de una actividad regulada en la que intervinieron diversos organismos que de haberse comercializado legalmente tendrían que haber tomado intervención”, el fiscal Córdoba.
“Hubo que realizar un gasto extraordinario en la búsqueda del ganado ovino, por cuanto se encontraba muy disperso dadas las excepcionales características, tanto climáticas que los obligaran a alejarse en la búsqueda de pastos y agua como en la falta de cuidado del personal, en especial en la estancia La Entrerriana que ante la falta de pago de sus sueldos no les dio la atención debida”, según la interventora.
Durante la indagatoria, Leandro Báez reconoció que movió varias ovejas a campos vecinos para resguardarlas y que no dejó sentado ello formalmente, por eso la sospecha de la venta en negro de la lana por parte de los investigadores.
Fuente: Agencia de Noticias NA