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La decisión del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) de levantar los puestos de control en Filadelfia (Ituzaingó) y Cuay (Santo Tomé) generó opiniones encontradas entre los referentes de la cadena yerbatera.
El presidente del INYM, Alberto Re, ratificó los fundamentos de la resolución. Mientras que las asociaciones de productores remarcaron la preocupación ante la falta de controles en las rutas.
PRIMERA EDICIÓN mantuvo una comunicación con el presidente del INYM, Alberto Re, quien confirmó que la “decisión no fue apurada, es una situación que se venía analizando en los últimos meses”. Además, afirmó que “desde las diferentes áreas confirmaron la poca efectividad que tenían los controles” y, al igual que el Directorio, consideró innecesario “destinar unos $15 millones para mantener esos puestos, siendo que hay otros organismos que también realizan la misma tarea y cuentan con el equipo técnico para tales funciones”.
El titular del INYM aseguró que “los puestos se levantarán a partir del segundo semestre, aunque todavía resta dialogar y convenir con las fuerzas de seguridad para el cierre”.
Explicó que “los controles en esos lugares tenían poca efectividad, cada tanto había detecciones de cierta irregularidad, se afectaba personal y equipamiento para fiscalizar las estampillas. Sin embargo, sólo era un acto burocrático, ni siquiera se desarmaban los bultos”.
Re manifestó que “ese dinero será destinado a reforzar las inspecciones en secaderos, molinos y comercios. Hay que poner la lupa de fiscalizaciones en los movimientos internos, tanto en recepción de materia prima como en las cadenas comerciales e incluso en góndola. Hay que dejar bien en claro que no estamos resignando fiscalizaciones sino que consideramos que deben ser en otros lugares más convenientes”.
Re añadió que “parte de esa plan servirá para la implementación de nuevos programas para beneficiar a los pequeños productores”. Por último, señaló que “el personal será asignado a otras tareas de fiscalización”.
Crítica de la producción
El referente de la Federación Agraria Argentina (FAA) en Misiones, Jorge Butiuk opinó que “los pequeños productores serían nuevamente los más perjudicados”.
En tanto, el secretario de Coordinación nacional, Eliseo Rovetto, dijo que “la política de recorte de gastos del INYM por la vía de eliminar dos controles significaría que los grandes tendrán vía libre para incumplir normas, como el llevar materia prima de Misiones a Corrientes sin regulación, o de la cantidad de palo por kilo de yerba producida”.
Por su parte, el pequeño productor Claudio Hacklander expresó que “estamos muy preocupados por los pocos controles que se realizan y encima nos enteramos que resolvieron levantar esos puestos. Es apresurado tomar una decisión que será contraproducente para toda la zona productora”. Este sector planea hacer una asamblea para definir sí hacen un reclamo formal.