“Volvamos a encontrarnos y pasar un rato agradable entre todos”, rezaba la convocatoria a los vecinos del pueblo para el primer día de mayo, y un puñado de pobladores se hizo eco del llamado porque –como los organizadores del encuentro- no quieren que la llama del Club Social y Deportivo Primero de Mayo, se apague. Entre el locro y las empanadas que elaboró el personal del Hogar de Ancianos, algo de fútbol y de otras disciplinas, celebraron el 77º aniversario. Y pasaron una jornada festiva, agradable, muy similar a la de los primeros tiempos donde la entidad acaparaba todas las miradas. Nació en 1942, en el Día del Trabajador, y lo hizo a base de trabajo, tesón y mucho amor por la camiseta. Así creció, se desarrolló y se hizo parte de la historia de la localidad. Es por eso que el primero de mayo los corpeños volvieron a reunirse en familia, como otras tantas veces, volvieron a reír y emocionarse con anécdotas.
Hace dos años, después de un numeroso abrazo simbólico al predio, empezaron la difícil tarea de reclutar socios, de limpiar el terreno y remodelar las instalaciones pero, por momentos “todo se vuelve cuesta arriba”, consideró Alberto “Chino” Pittana (43), quien con satisfacción cargó la iniciativa sobre sus hombros. Y lo sigue haciendo: gestiona, compra, ordena, pide, todo con el sólo fin de reflotar a la vieja gloria. Y cada cosa que logra es un triunfo, y lo comparte en las redes sociales porque además de dar a conocer, es una manera de atestiguar qué “se hizo”. Muchas veces quiere soltar las amarras pero recapacita y vuelve al ruedo. “Lo hago por mi pueblo y por sentirme satisfecho, por la alegría que me provoca más allá de las críticas que recibo, es como cuando salgo a repartir juguetes vestido de Papá Noel”, agregó.
En estos dos años de trabajo intenso para que el club resurgiera, volvieron a funcionar los sanitarios, se construyó una parrilla y ahora están montando la estructura de un tinglado donde, entre otras cosas, funcionará la cantina. “Pasa que los materiales los conseguimos pero la mano de obra es muy costosa. Y lo que invertimos es el dinero que recaudamos con algunas rifas. Buena parte de los vecinos colabora con la venta de los números pero son muy pocos los que brindan su tiempo. Antes se hacían un tiempito para colaborar en el bien común. Ahora eso no pasa”, lamentó.
Indicó que, de a poco, se van sumando actividades aunque “todavía no hay un lugar cubierto. Para el aniversario, se hizo como un almuerzo comunitario para darle un poco de vida. En el playón juntamos a los súper veteranos que ya no juegan, para movilizarlos un poco. También hubo un campeonato de truco y al promediar la tarde se juntó un grupo de zumba del municipio con la participación de la instructora Analía Toth y sus pares de Puerto Rico”.
El terreno de 25 x 25 se encuentra en pleno corazón de Corpus Christi, y el edificio estuvo en tinieblas por unos 20 años. Allí se realizaban los bailes, patinaje artístico, fútbol de salón, voleibol y, a falta de polideportivos, las fiestas de educación física de las escuelas.
Las tareas de “rescate” no son para nada fáciles pero Pittana cree que mientras exista voluntad y ganas, no todo está perdido.