Según se supo, el hospital de Puerto Rico recibió a dos chicas jóvenes que participaron de la fiesta de cara al río Paraná y, tras recibir las primeras atenciones, fueron entregadas a sus familiares para que dispongan de su atención en clínicas privadas.
El causal de estas internaciones sería el consumo de alcohol, el cual podría haberse intensificado con algún tipo de drogas.
En contacto con FM Ahora 98.7 de Puerto Rico, Camila (de 19 años), una de las jóvenes participantes en el evento, relató que “asistí a la fiesta con mi novio y un grupo de amigos. Casi al finalizar la noche fui a comprar a la barra un fernet y rápidamente me comencé a sentir mal, vomité, comencé a decir cosas sin sentido, a no poder tener control de mi cuerpo. Eso no es alcohol”.
“Mi novio y una amiga me llevaron casi inconsciente al hospital. Allí me atendieron y luego llamaron a mis padres y me trasladaron a una clínica privada, donde estuve internada hasta el domingo al mediodía. Mientras yo estaba en el hospital, me contaron que llegó otra chica casi desvanecida de la fiesta”.
Por su parte, el jefe de Bomberos de Puerto Rico, Walter Weber, comentó a la misma emisora que “trasladamos a una chica en nuestra ambulancia casi inconsciente al hospital y cuando llegamos tomamos conocimiento de que ya había otra chica con síntomas similares y que había asistido a esta misma fiesta”.
Además de estas jóvenes intoxicadas, hubo riñas en el mismo lugar, donde tuvo que intervenir la Policía. Con estos antecedentes, quedó en el ojo de la tormenta el control (o no) que existe sobre este tipo de fiestas.