El trabajo, desarrollado en conjunto con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Universidad de Ottawa de Canadá, tiene como objetivo capturar mosquitos adultos para estudiar si están infectados. Por el momento, la medida se está llevando a cabo en los barrios Villa Sarita, El Palomar, A-4 y San Lorenzo.
El procedimiento consiste en colocar tres dispositivos durante 24 horas en diversas casas. Una vez que los mosquitos son atrapados, se separan las hembras de los machos para concretar el análisis. De esta manera, se puede determinar con precisión si son virales o no.
“Las trampas capturan al mosquito porque cuando pasan volando el ventilador los absorbe y los encierra en una red. Cada trampa cubre un lugar diferente del domicilio y trabajan con distintas maneras de atracción: una con un químico, otra con una luz y la última con una campana oscura. También aprovechamos los hogares que seleccionamos para poner ovitrampas y controlar si las hembras estuvieron poniendo huevos. De esta manera, podemos monitorear al Aedes aegypti en sus tres estadios: huevo, larva y adulto”, destacó Bruno Tressens, técnico del Instituto de Vigilancia y Control de Vectores.
Las trampas permitirán establecer cómo se mueve la población del mosquito en los distintos barrios según la época del año. Esto hará posible diagramar tareas de descacharrado, eliminación de criaderos, fumigación y prevención.
Ante las abundantes precipitaciones de los últimos días, se solicita a los vecinos colaborar con la limpieza de sus hogares y patios. Es importante que desechen todos los elementos que puedan acumular agua para evitar la reproducción de mosquitos.