Con la cercanía de las próximas elecciones, diversos especialistas profundizan en análisis sobre la construcción de la imagen de un candidato, diseño de campañas electorales, el uso del protocolo como herramienta de comunicación, la importancia de los asesores y el desarrollo de las nuevas tecnologías considerando a las generaciones recientes como un nuevo electorado.
Así, la licenciada en Comunicación Social y especialista en investigación de mercado y análisis de audiencias, María Eugenia Sisti, consideró que “las nuevas tecnologías de la comunicación impactaron en todas las disciplinas, en todos los ámbitos de la vida. No es solamente un impacto que viene a cambiar un modelo o una forma de comunicarse, sino que nos instaura en una forma de ver el mundo. Las tecnologías, como ha sido siempre en la historia de la humanidad, influyen en cómo los sujetos perciben el mundo”.
Por ello recordó que “los medios de comunicación nos moldean. Formatean la mirada que tenemos de la realidad, es como un prisma a través del cual vemos el mundo”.
“A los seres humanos siempre nos gustó que nos cuenten historias, desde la época de las cavernas hasta ahora. Lo que va cambiando son las formas, los formatos y los dispositivos que usamos para contar las historias”, contempló y agregó: “El paradigma se modificó desde los medios masivos de comunicación a los medios digitales que nos sumergen en esta nueva pecera. Venimos de un paradigma que lo podemos sintetizar como de uno a muchos. Cuando veíamos la televisión era unidireccional, el mensaje estaba controlado por el emisor, las prácticas relacionadas con la comunicación regulaban el tiempo, es decir había un momento para ver la telenovela de la tarde, un momento para que los chicos vean los dibujos animados, un momento para ver el noticiero. La experiencia de consumo era grupal, esto tiene mucha significación en cuanto a la interpretación de los mensajes. Veíamos la tele en familia”.
“Hace pocos años entramos a otro paradigma que es de muchos a muchos. El emisor ya no es emisor así como el receptor ya dejó de ser receptor. Ahora hablamos de prosumidor, el que recibe también produce. Las audiencias ya no se definen por los criterios tradicionales, sino por intereses. Predomina una experiencia de consumo personal, es algo que está naturalizado. Cada uno en su casa está con su pantalla de forma individual, ya no se comparte. Las prácticas son multipantallas, también es algo naturalizado, estamos con la televisión, el celular y las computadora encendidas al mismo tiempo. La generación es interactiva, el usuario va definiendo por donde entra, cuándo y por donde sale. Son muchos hábitos que han ido cambiando”, aseguró Sisti.
De acuerdo a esto consideró que con el nuevo paradigma también “surge una nueva forma de hacer política. Es común escuchar el comentario de que nadie se interesa por la política. En cualquier encuesta se puede ver que hay un rechazo enorme a todo lo que viene de ella pero también hay muchas acciones y mucho interés como una forma de cambio, ahí está la dificultad que a veces tiene el mundo institucional para poder adaptarse a esta nueva forma”.
Como ejemplo recordó que en 2016 “hubo una movida contra EMSA (en Posadas). Es un ejemplo local de cómo la gente se autogestionó, se autoconvocaron a través de las redes sociales, se encontraron a través de los hashtags, salieron a las calles, fue una comunicación muy empática con el vecino, el ciudadano, de un problema que no tiene solución. La gente toma estos temas y los hace propios para salir a las calles y buscar soluciones”.
Noticias e imagen en redes
Por su parte, Milva Carlino, licenciada en Ciencia Política y directiva de la Consultora Quórum, afirmó que según una de las últimas encuestas realizadas por su grupo “el 80% de los encuestados respondieron que se informan de lo que pasa en la ciudad de Posadas a través de Whatsapp, exclusivamente. Las redes sociales, como Facebook o Instagram también tienen su nivel de llegada al que hay que observar para tener un estrategia política”.
En tanto que Vanessa Franco, licenciada en Relaciones Públicas y Recursos Humanos, fundadora y presidenta de la Asociación Paraguaya de Ceremonial y Relaciones Públicas, destacó que para un candidato electoral “lo virtual suma, pero las redes (de un candidato) tienen que ser manejadas por profesionales que entienden su uso. No es fácil. No deben ser manejadas por un familiar. Tampoco se deben publicar solamente cosas serias, burocráticas, como un dictamen, porque eso a nadie le importa tanto. Lo que la gente quiere ver es cómo es la vida de alguien, qué hace, qué come, para saber si es realmente así. El candidato debe mostrarse como es, con más naturalidad”.
“Instagram es la plataforma que más ayuda a llegar a los jóvenes, Facebook también, en menor medida”, indicó.
Mientras que Gonzalo Sarasqueta, doctor en Ciencia Política afirmó: “Estamos en una etapa de transición entre lo que es la teledemocracia (donde la televisión era el eje central) y la ciberdemocracia, donde las redes sociales tienen el timón de la comunicación”.
Destacó que otros países, como por ejemplo Estados Unidos, ya concretaron el traspaso al mundo 2.0, mientras que “Argentina todavía tiene ingredientes con la comunicación 1.0, donde hay un emisor activo y un receptor pasivo, pero también tiene ingredientes de las redes sociales, donde la comunicación es horizontal e interactiva”. Al mismo tiempo comentó que si bien hay algunos políticos que entendieron el cambio y se dirigen hacia ese camino, “hay otros que todavía no hicieron este cambio. Con ellos es más difícil introducir un mensaje que haga la diferencia, sobresalga e impacte”.
Por otro lado, opinó que parte de la estrategia de comunicación es identificar cuál es el público y diseñar un mensaje para ese grupo. Como ejemplo, sentenció que “a un millenial no se le puede hablar más de 5 minutos teniéndolo como un receptor pasivo sin darle ningún protagonismo, porque ellos quieren sentirse protagonistas, por ende se debe generar la interacción. Por eso las redes sociales son dispositivos con los cuales se puede conectar mucho con esa generación”.
“Los políticos tienen un gran desafío en los tiempos que corren que es decir mucho en poco tiempo. Estamos en una etapa de transición donde todavía el político tiene esa imagen de largo aliento, de discursos de 40 o 50 minutos en cadena nacional, y actualmente no se puede usar más esa temporalidad porque la atención es un bien escaso”, finalizó.