El hermano del joven misionero que manejaba el automóvil en el que viajaban los cuatro jóvenes que murieron en la localidad bonaerense de San Miguel del Monte aseguró ayer que el muchacho iba a detener el vehículo, pero “tuvo miedo” cuando los policías comenzaron a disparar.
Emanuel, hermano de Carlos Aníbal Suárez (22), participó ayer de una nueva marcha, la segunda en esta localidad, que se realizó para reclamar justicia por el homicidio de su hermano y de Gonzalo Domínguez (14), Camila López (13) y Danilo Sansone (13), quienes murieron cuando el Fiat Spazio en el que se trasladaban chocó un acoplado sobre la ruta nacional 3 mientras era perseguido y baleado por la policía.
La movilización fue encabezada por familiares de las víctimas, acompañados de distintas organizaciones como Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora y Correpi, que llevaban pancartas con la leyenda “Justicia por ellos, fuerza Rocío”, en alusión a la única sobreviviente, que continúa en grave estado.
“Él iba a parar, pero tuvo miedo cuando vio al policía sacar medio cuerpo por la ventana. (Según el video), él dobla la rotonda y el stop (de la luz de freno) se prende y la puerta derecha se abre”, manifestó el hermano de Aníbal.
“A él le venían disparando y estaba manejando con menores a bordo, yo creo que pensó ‘voy a tratar de salvar a los chicos’, porque él era muy bueno”, agregó el muchacho.
Para Emanuel, “los policias mataron” a su hermano y reiteró una anécdota que se conoció en los últimos días, acerca de que un comisario le pidió una coima para no secuestrarle el auto porque no tenía hecha la transferencia.
“Era una sábado a la mañana, íbamos a buscar a un tío que tenía que viajar, revisamos el auto y salimos. Enseguida apareció un patrullero atrás haciendo luces y yo le dije ‘pará’ y se paró a la orilla”, relató el joven.
Agregó que los policías le pidieron los documentos, su hermano presentó todo, pero les dijeron que tenían que ir a la comisaría porque “falta algo”.
“Cuando entramos nos preguntaron el valor del auto, mi hermano lo había pagado 20 mil pesos y nos llevaron a la oficina del comisario. Ahí nos dijo ‘si vos querés el auto, traeme 5.000 pesos o si no te hago una multa de 35 mil, que te va a salir más caro’”. “Luego, Aníbal les dijo que sólo tenía cuatro mil y fue a buscarlos y se los entregó al comisario”, aseguró Emanuel.
“Estábamos contentos porque para nosotros era mucha plata, mucho esfuerzo el que puso para comprarlo y para Aníbal era su sueño poder viajar a Misiones en su auto nuevo”, afirmó el joven y recordó que tras ese episodio siempre que salían con el vehículo un patrullero los seguía.
Se abstuvieron de responder ante el fiscal
De los ocho efectivos policiales detenidos por la muerte de los cuatro jóvenes, siete se negaron a declarar ante la Justicia. El octavo aprehendido, es la única agente mujer acusada de participar en el hecho y podría declarar hoy.
Ayer se llevaron a cabo las indagatorias de los cuatro efectivos imputados por “homicidio doblemente agravado”, y de los otros tres acusados por el delito de “encubrimiento”, pero los siete, se negaron a declarar.
La jueza de Garantías de La Plata, Marcela Garmendia, los investiga por “homicidio doblemente agravado por abuso de su función como miembro de fuerzas policiales y por el empleo de armas de fuego” son los efectivos Rubén García, Leonardo Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Ibañez.
También los acusó por “homicidio doblemente agravado en grado de tentativa” en perjuicio de una adolescente de 13 años que también viajaba en el auto y que permanecía internada en grave estado en el hospital de Florencio Varela.
Mientras que los otros cuatro fueron identificados como José Alfredo Domínguez, Juan Gutiérrez, Cristian Righero y Melina Bianco, y deberán responder por el delito de “encubrimiento y falsedad ideológica”.
Hasta el momento, son 14 los policías desplazados -o apartados- de sus cargos por sus vinculaciones con los disparos, por las maniobras de entorpecer la investigación y por no haber controlado a los subordinados implicados de manera directa con la persecución. Las indagatorias se realizan en la Fiscalía de la ciudad de Cañuelas, UFI 1 a cargo de Lisandro Damonte.