De aspecto delicado y estilo bohemio, Valeria evidenció que su música posee emoción, personalidad y elegancia. Elementos tan difíciles de conseguir para cualquier artista. Tiene un lenguaje único y parece establecer un cauce, basado en modelos musicales clásicos.
Desde su infancia estaba predestinada a ser una genio musical. A los nueve años comenzó a estudiar música, donde sintió una fuerte conexión con el piano.
Mantenerse enfocado y trabajando por lo que uno quiere, siempre trae buenos resultados, así que lo que venga a futuro, será lo mejor”.
Y antes de que todo comience, su abuela le formuló una pregunta que resultó ser presagio: “Vale ¿vos querés ser concertista de piano?”. En ese tiempo, yo no tenía idea de qué era ser ‘concertista’. Y por supuesto le dije: ‘no abuela, yo sólo seré pianista’”.
Así fue que su madre la inscribió en la Escuela Superior de Música, donde inició su formación. Pero “la realidad es que los primeros años era más un juego”. Hasta los 15 “que me comprometí seriamente con el instrumento y decidí que eso era lo que quería”.
Afable y sencilla, la artista se mostró como una pianista inquieta viviendo, desde hace siete años, en Buenos Aires. “Estar aquí representó mi primer gran logro, significó valentía”.
Recuerda que en marzo del 2012 “me vine a Capital Federal sin saber en qué iba a trabajar, contaba con muy poca ayuda económica de mis padres, ellos siempre me acompañaron. Y así me vine, con unos ahorros de sólo dos mil pesos”.
Pero para Valeria era necesario tomar riesgos. Y con los años supo ubicarse en el podio de los músicos más destacados de nuestro país.
Con su profesionalismo, rápidamente obtuvo grandes reconocimientos. En diciembre de 2016 ganó una beca de formación, otorgada por el Fondo Nacional de las Artes, para realizar sus estudios en Música para Cine.
El año pasado “volví a recibir un premio del Fondo Nacional, esta vez Beca de Creación, para llevar adelante mi proyecto de composiciones, inspiradas en ilustraciones, del artista misionero Pablo Álvarez, proyecto que se llama ‘Música Ilustrada’”. Otro reconocimiento importante “fue haber recibido el primer premio en la categoría ‘Música de Cámara’ con mi obra ‘Claridad’, en el primer Concurso de Composición de Música Latinoamericana, organizado por la Orquesta de Berisso”.
Para ella, “ser músico es una profesión que me permite trabajar de lo que más me gusta, estar siempre con el piano, vivir haciendo lo que me es placentero”.
Actualmente ejecuta el piano y dirige en la Orquesta de Cámara Río Abajo, lugares donde exhibe un nivel superlativo.
Contó a Revista SextoSentido que “hoy me aboco a la composición.Tuve la oportunidad de estudiar con docentes particulares en Buenos Aires, y de a poco pude empezar a tocar mis obras con una orquesta de cámara que formé en Capital Federal con amigos, en donde toco el piano y compongo para el grupo”.
A futuro no tan lejano, espera concretar la grabación de un segundo disco y “tener la posibilidad de hacerlo orquestal nuevamente. Es una aspiración que está siempre latente, que es lo que me motiva a pensar siempre en componer para formatos de grupos grandes, es poder hacer mi música con grandes orquestas, digamos que ‘me fascinan las orquestas’”.
Pero Valeria ya vive un sueño. “No puedo pedir más: hago lo que me gusta, tengo tiempo para mí, para componer y me considero una persona feliz”.
En mayo de 2018 editó su primer disco de composiciones propias llamado “El Agua y la Noche”, con obras en su mayoría para orquesta de cuerdas, clarinete, flauta traversa y piano.
Su disco cuenta con la participación de músicos de la Orquesta estable del Teatro Colón y de la Orquesta Sinfónica Nacional, Además, tiene la colaboración de la cantante Nadia Larcher.
Es un orgullo y me genera múltiples emociones haber enviado mis discos en varias oportunidades para la venta en Japón y que lo hayan elegido como uno de los mejores discos del año 2018”.
Se recibió de Profesora de Música en la Escuela Superior de Música de Misiones. Actualmente trabaja como docente de piano y también se desempeña como pianista y compositora.
Fotografía Gentileza: Rocío Coelho, Yamila Sayour y Sergio Desanze
Por
Susana Breska Sisterna
chuny_breska@hotmail.com