
En la actualidad viven en Misiones unos 4.000 afrodescendientes, pero muy poco o casi nada se sabe de ellos. La nota publicada semanas atrás por Primera Edición fue el disparador para conocer un poco más de esta comunidad olvidada, marginada y excluida, pero que vive entre nosotros.

El último Censo argentino, que data de 2010, refleja que en Misiones habitaban 3.716 afrodescendientes. Sin embargo, muchos de los encuestados no se enteraron de que tenían que dar a conocer dicha ascendencia, por falta de información y “mala promoción”, y los afrodescendientes volvieron a quedar en el ostracismo.
Empero, a fines de 2014 comenzó a germinar una semilla para que esta comunidad empiece a visibilizarse. La profesora de portugués y afrodescendiente Nélida Wisneke fue invitada a dictar un taller de afrodescendencia en las instalaciones de la Facultad de Humanidades de la UNaM, en el que participó una destacada representación de este colectivo. Fue el disparador para que un año después, luego de varias reuniones y encuentros, se conforme en el cierre de 2015 la primera Asociación de Afrodescendientes en Misiones (Katanga), la cual aglutina a esta comunidad en la tierra colorada.

La entidad cuenta con el apoyo del Ministerio de Derechos Humanos y además pertenece a la Comisión 8 de Noviembre, la cual aglutina a los afrodescendientes de todo el país. También, a partir de dicha conformación, desde 2016, cada 8 de noviembre se celebra el Día Nacional de los Afroargentinos y la cultura afro en Misiones.
“A nosotros siempre se nos denominó negros”
Para conocer un poco más sobre este contingente de afrodescendientes en Misiones, Primera Edición dialogó con una de las referentes en la tierra colorada, Nélida Wisneke.
El censo del 2010 nos visibilizó, en parte, por primera vez y registró un poco más de 3.500 afrodescendientes en Misiones. Igual te aclaro que muchas personas no estaban enteradas, entre las cuales me incluyo. Por eso digo que somos unos 4.000 en la actualidad en Misiones, porque mucha gente no estaba enterada y no se autoproclamó.
“A nosotros siempre se nos denominó ‘negro’ o ‘negra’. Lo de afrodescendiente es un término nuevo y no muy utilizado todavía”, recalcó. Al ser consultada por sus orígenes, la profesora de Portugués -cuya familia está conformada por su marido Alejandro Rodrígues, licenciado en Letras, y su hijo León, de 23 años y estudiante de Trabajo Social- especificó: “Soy descendiente afro por parte de madre. Mi mamá, María de Loreto Fernández tenía antepasados de origen afrobrasileño. Ella nació en la Argentina y era afroargentina. Era la décima hija nacida de una familia ‘afro’. Mi abuelo y mi bisabuelo eran de origen africano, se escaparon del Brasil en busca de libertad y se instalaron en San Pedro, Misiones, en Colonia Macaco”.
Asimismo, añadió que “esta es mi historia personal, de mi familia. Sin embargo, estas historias se replican por miles en la provincia y lo que la Asociación de Afrodescendientes Misioneros cuestiona, como así también nosotros mismos, es la omisión de nuestra presencia en la historia. La reivindicamos como uno de los orígenes innegables de la actual composición demográfica misionera”.
“Hace un año comenzamos a manifestarnos, a mostrarnos y hace poco volvimos a ser visibles con una nota reflejada en Primera Edición. La nota también dejó en claro que uno de los pocos vestigios de nuestra presencia en la tierra colorada los dio a conocer la profesora de Historia Patricia Salas”, resaltó esta mujer de origen brasileño-africano.
Wisneke también se encargó de reflejar que en Misiones “los afrodescendientes dejaron huellas en la cultura, en distintos aportes lingüísticos, creencias y rituales, comidas y ritmos musicales presentes en la música. No sólo en la región, sino también en toda la Argentina”.
Racismo familiar
En otro pasaje de su relato, la referente de la Asociación Misionera de Afrodescendientes volvió atrás en el tiempo y, tras relatar los antepasados de su madre, explicó que su padre es de origen centroeuropeo. “Mi padre, Lisidorio Wisneke, era parte de Vialidad Nacional y conoció a mi madre en San Pedro, trabajando.
Cuando la llevó a conocer a su familia, no la aceptaron y le dijeron que elija a ella o a los suyos. Fue algo muy doloroso, denigrante y racista. La familia de mi padre, todos de origen europeo, no aceptó la unión con una mujer de origen africano-brasileño”, plasmó con tristeza. Luego rememoró: “‘Es esa negra o nosotros’, le dijeron, y mi padre eligió a mi madre y rompió todo lazo con su familia; por eso sé poco y nada de mis antepasados por parte de padre, y también sé que él sufrió también por esta increíble discriminación”.
Orgullo y realidad
Con respecto a la actualidad de su comunidad, “Nely” -como cariñosamente la llaman dentro de esta urbe- aseguró que “hoy siento orgullo del fenotipo (NdR: rasgos característicos que han sido transferidos en forma genética a cualquier ser vivo) y el color de la piel que tengo. Sin embargo, es una realidad que aún hoy, en pleno siglo XXI, somos el grupo más excluido de la educación, del trabajo y de la sociedad. La discriminación y el racismo son aún hoy una constante”, denunció.
Desde nuestros primeros encuentros, buscamos formarnos y fortalecer nuestra identidad hacia el resto de la sociedad, pero no es fácil. Nosotros, como comunidad, fuimos excluidos durante mucho tiempo.
Datos actuales
Por otra parte, se supo a través de esta referente que en la actualidad en Misiones existen afrodescendientes en Posadas, Candelaria, Garupá, San Vicente, Eldorado, Puerto Rico, San Pedro, el Sur de Misiones y la costa del Uruguay. Esto por nombrar algunos puntos importantes.
Además, aportó otros interesantes datos: “En Posadas, la mayoría de los afrodescendientes no lee ni escribe y sus edades oscilan de los 20 a los 60 años. No todos quieren decir sus orígenes y se les complica conseguir trabajo por su forma de hablar. Esto se debe a que la mayoría sólo maneja el portuñol, esa característica mezcla de portugués y español”. “Hoy buscamos revertir estas injusticias y marginaciones de todo tipo, pero no lo hacemos sólo entre nosotros. Buscamos ayuda en otras organizaciones gubernamentales y privadas, pero no resulta para nada sencillo. Igual, no bajamos los brazos”, recalcó Nélida Wisneke.
Escape y libertad
La presencia de afrodescendientes en Misiones se explica, en parte, por el arribo de africanos esclavizados traídos tanto a Brasil como a Paraguay. Los traían para realizar innumerables tareas y labores. La cercanía de un escape a la libertad con sólo cruzar el río y la existencia de la selva como escondite era una “puerta” muy tentadora que varios de ellos decidieron atravesar.
Otro dato a tener en cuenta sobre la llegada de afrodescendientes a la tierra colorada, fue el paso del Ejército brasileño durante la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870). Éste estaba integrado en gran medida por esclavos negros venidos de África o hijos de estos nacidos en Brasil. Dicho caso se detalla en la investigación realizada por la misionera Patricia Salas, profesora de Historia, la cual fue reflejada en parte en la nota publicada en abril en Primera Edición.
Búsqueda y contacto
La referente Nélida Wisneke remarcó que los afrodescendientes que quieran sumarse a la Asociación Misionera, recabar datos o buscar ayuda pueden hacerlo. Los encuentran en Facebook o bien al teléfono celular 3764-527518.