En el registro de hogares convivenciales de Misiones todavía hay alrededor de 320 chicos de entre 15 y 22 años, quienes ya no esperan ser adoptados por una familia.
Aunque la cifra es positiva y coloca a la provincia en una mejor situación que la media nacional: de 2015 a la fecha, se redujo casi a la mitad la cantidad de jóvenes que estaban institucionalizados (se pasó de 600 a 320), desde Acción Social señalaron la necesidad de seguir afianzando el diseño de políticas estatales a fin de que estos posean herramientas concretas para su vinculación con la sociedad.
Una de ellas es avanzar en la adecuación provincial a la Ley Nacional de Egreso, que fue pensada para generar ese estado de sustentabilidad que necesitan los chicos que salen de los hogares convivenciales.
Fuimos generando esquemas y políticas, que ya quedarán como base de un trabajo que probó tener resultados satisfactorios, pero todavía hay mucho por hacer”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el ministro de Desarrollo Social de la Provincia, Lisandro Benmaor, al explicar las complejidades que se presentan ante una persona joven y vulnerable, cuando debe dejar el lugar donde creció porque superó el tiempo legal para permanecer allí.
“A medida que van creciendo los niños que fueron institucionalizados, cae categóricamente su posibilidad de adopción. Incluso hay que tener en cuenta que el 90% de los adoptantes tiene expectativas de adoptar niños menores de un año y solamente menos de 1% acepta avanzar en la adopción de un niño o niña de más de dos años”, señaló Benmaor.
Ese es sólo un pequeño aspecto que permite tener una idea de lo frágil que es el sistema para revincular a estas personas al seno de una familia, sea biológica o bien adoptiva.
La edad es un determinante importantísimo ¿qué hacer cuando, además tienen 15 años y su situación ya no es de adoptabilidad?
“Actualmente hay niñas de siete u ocho años a quienes prácticamente no les queda chances de ser adoptadas, entonces uno busca cualquier posibilidad de vinculación con su familia, y algunos de ellos ya no tienen ni esas posibilidades”, señaló, en tanto, la directora de Infancia, Ana María Pereira, presente en la charla.
“Hay un factor que aparece como agravante para bajar esas chances de ser adoptados y es que esos niños, que están quedando grandes, manifiestan algún tipo de trastorno psicológico o psiquiátricos, discapacidades de otras índoles o tienen hermanitos y no quieren ser separados, lo que complica aún más las posibilidades de la adopción”, apuntó Benmaor.
“Uno ve la vulneración de estos chicos que es extrema y realmente desde el Estado queremos mejorar la calidad de vida pero con políticas que permanezcan”, enfatizó.
Calidad de vida
La temática se aborda desde varias líneas. La búsqueda es lograr resultados de alto impacto, “porque no hablamos sólo de números sino de que se ha logrado que estos chicos tengan mejor calidad de vida”.
Como ejemplo, el ministro señaló la apertura reciente del Hogar Misioneritos.
“¿Cómo es esto de que tenemos menos niños y más hogares? Eso se explica en que no se trata de tenerlos en condiciones de hacinamiento. Son menos porque hay un trabajo técnico para que no vivan institucionalizados, pero a la vez los que están en esa situación, tengan un hogar donde la atención sea más personalizada”, dijo Benmaor.
“Hubo fortalecimiento de los equipos”
Hace algunos años, la lista de niños y adolescentes en hogares convivenciales superaba los 600 jóvenes. Eso habla de un trabajo articulado con el área de Infancia para lograr adopciones, tutelajes, padrinazgos o revinculaciones positivas mediante diferentes estrategias.
“Hubo un fortalecimiento de los equipos, con preparación y marco ideológico. Se inició un trabajo en redes, del cual participan UNICEF y la Asociación Civil Doncel, a fin de que la transición hacia la vida autónoma sea satisfactoria para estos jóvenes”, fueron las palabras del ministro Benmaor al destacar el trabajo en redes de su área junto con los otros organismos.
PRIMERA EDICIÓN habló con la representante de Doncel en Misiones, Eva Giménez, al frente de varias acciones en el marco del programa Servicios para la Autonomía, que se lleva adelante en distintas provincias del país, entre ellas Misiones.
Brindamos talleres y capacitaciones, los preparamos para que puedan arrancar solos. Por eso es primordial que se avance en la adecuación a la Ley de Egreso, que significaría una ampliación de derechos para estos jóvenes”, sostuvo Jiménez.