El Gobierno publicará en el Boletín Oficial la disposición de la Secretaría de Energía, por lo que la suba del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) empezará a regir recién desde el primero de julio próximo. Sin embargo, el gravamen que será igualmente aplicado desde junio es el Impuesto al Dióxido de Carbono de $0,598 en las naftas y 0,7038 el gasoil.
Gabriel Bornoroni, presidente de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República Argentina (FECAC), habló al respecto con Primera Plana, programa de la 89.3 FM Santa María de las Misiones.
“La carga impositiva que debería aumentar ahora en junio que daba el 11,8% -traducido en pesos, es un peso-, el Gobierno tomó la decisión de diferirlo para julio. O sea, en julio vamos a tener ese aumento”, agregó.
Sin embargo, el Gobierno nacional no garantiza que las petroleras no suban los precios, ya que advierten que los costos tienen un retraso de un 10% a un 15%. Por el efecto dólar y la suba del petróleo y biocombustibles, las empresas locales aplicaron aumentos del 4,3% en los combustibles. Este es el cuarto incremento en lo que va del año. Por ahora, y con los precios sin modificaciones desde el primero de mayo, desde el sector aseguran que no hay señales de una nueva suba en los surtidores para los próximos días.
Es la decisión de las petroleras y no del Gobierno nacional, si sube o no, de acuerdo a las variantes de dólar, petróleo y biocombustibles. Según los comentarios que hacen las firmas, tienen un desfasaje de un 12% o 15%. Así que podrían llegar a aumentar porque es una potestad exclusiva de las empresas”, afirmó Bornoroni.
Sin embargo, el gravamen que será igualmente aplicado desde junio es el Impuesto al Dióxido de Carbono de $0,598 en las naftas y 0,7038 el gasoil. “El dióxido de carbono sí va a aumentar desde el primero de junio. Pero es de 0,07% centavos, no llega a 0,10% centavos”, ratificó el presidente de Fecac.
La normativa aplicada desde el 2017, establece un alza automática cada tres meses del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y del Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), según la variación de la inflación minorista que mide el INDEC. Durante el primer trimestre de 2019 la inflación acumuló una suba de 11,8%.
Indefectiblemente estos aumentos de los combustibles traen aparejado un traslado al precio final de un montón de productos que son transportados. Razón por la cual, cuando a nosotros nos preguntan si está bueno que aumente el combustible, digo que no. Porque lamentablemente si aumenta el combustible, aumenta todo. Para nosotros no está bueno que aumente todo, lo óptimo sería tener una estabilidad de precios”, concluyó Bornoroni.