Del sueño a la realidad. Central Córdoba se quedó ayer con el segundo ascenso a la Superliga del fútbol argentino, tras vencer en los penales a Sarmiento de Junín en condición de visitante. El “Ferro” logró así cortar con una racha de 37 años sin equipos de Santiago del Estero en la Primera División nacional.
Tras el 1-1 registrado en la ida, jugada en aquella provincia, la revancha se disputó ayer en el estadio Eva Perón de Junín. Allí los dos no pudieron salir del 0-0, más allá del disparo en el travesaño que los locales desperdiciaron, en los pies de Nicolás Orsini.
Central Córdoba fue precavido, apostó a la defensa y al contraataque y así logró cerrar los noventa minutos y llevar la definición a los tiros desde los doce pasos. En esa instancia, el arquero santiagueño, el ex-Estudiantes de La Plata César Taborda, fue clave al taparle el remate a Franco Leys. Después, en el disparo decisivo, el ex-Colón Alfredo Ramírez convirtió y desató la locura para todo Santiago del Estero. En Junín, entre los locales, sólo hubo silencio.
Central Córdoba volverá a jugar con los mejores del fútbol argentino tras 48 años. La última vez había sido en los viejos torneos nacionales, específicamente en 1971, año en el que se coronó Rosario Central, tras vencer en la final a San Lorenzo. En ese certamen, el Canalla rosarino venció por 1-0 a Central Córdoba por la segunda fecha.
Cuatro años antes, en 1967, el Ferro también disputó el Nacional e incluso un año después, en el 68, jugó el denominado Torneo Promocional. Sin embargo, con este formato y desde la creación de la B Nacional, se convirtió en el primer equipo santiagueño en ascender a la máxima categoría. El representativo santiagueño jugará así en la elite del fútbol argentino y cerrará una meteórica carrera en el ascenso: hace apenas dos años militaba aún en el Torneo Federal A junto a Crucero del Norte. Son dos ascensos consecutivos, ni más ni menos.