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Tiene 51 años y debía cumplir la orden judicial de impedimento de acercarse a su expareja y madre de sus hijos durante seis meses.
No le importó, y rompió la prohibición, por lo que para evitar un debate oral que lo derive en una condena mayor, decidió reconocer su culpabilidad y firmar diez meses de prisión en suspenso, entre otras medidas restrictivas.
La suspensión de juicio abreviado fue con la propuesta de la fiscal María Laura Álvarez por la causa abierta en el Juzgado Correccional y de Menores 1. El encartado aceleró los trámites judiciales con la admisión de culpabilidad.
En esta ocasión se trató de un caso de desobediencia judicial en un contexto de violencia familiar, por ello y por lo mínimo de la pena tuvo competencia en lo Correccional. Si bien no hubo que lamentar víctimas con lesiones, la rápida intervención de las autoridades habría impedido lo peor.
El hombre, que no podía acercarse al domicilio, lugar de trabajo o concurrencia y ni siquiera en donde circulara su expareja, irrumpió en la vivienda del barrio Independencia de Posadas el miércoles 21 de marzo de 2018.
En pleno mediodía golpeó la puerta y comenzó a gritar: “¿Quién es el macho que está adentro de mi casa, por qué no me atendés, por qué no querés hablar conmigo? Tengo un cuchillo que es tu cruz”.
La víctima atemorizada dio aviso a la policía y la nueva denuncia tomó su curso penal, con la detención del violento.Tras su liberación se tuvo que someter a un proceso que finalizó la semana pasada con la firma de un juicio abreviado.
Además de los mencionados diez meses de prisión en suspenso, deberá realizar tareas comunitarias y un tratamiento psicológico, además de una nueva prohibición de acercamiento a la víctima, indicó una fuente judicial.