Llegó para quedarse: La Escuela de Bádminton en Oberá es un espacio comunitario, gratuito, que ofrece la Parroquia Cristo Rey a niños, jóvenes y adultos. Se inició tímidamente de la mano del sacerdote Simón Sugi Duli, hace seis años aproximadamente. A partir de allí, con mucho entusiasmo, un grupo de jugadores voluntarios asumió el desafío de desarrollar su práctica como herramienta de contención, desarrollo de valores propios del deporte y oferta para la buena utilización del tiempo libre y ésto recién empieza. Hay bádminton para todos.
“El proyecto se inició con el Padre Simón que vino de Indonesia y nos propuso la práctica. Fruto de ello surgió este espacio donde las clases son gratuitas”, contó el instructor Lucio Posluszny en diálogo con El Deportivo. “Los elementos, que son las plumas y raquetas, los pone un grupo de jugadores no tan jóvenes que asumió el compromiso. Estamos tratando de impulsar el deporte, haciendo el esfuerzo de adquirir las raquetas, mantenerlas y que la escuelita funcione”, agregó.
El espacio cubierto, ubicado en el predio que posee la Parroquia en el barrio Loma Porá de la ciudad, cuenta con tres canchas reglamentarias. El Padre Simón ya no está en la ciudad pero continúa el proyecto el actual párroco Eduardo Alphonso.
Posluszny es ingeniero electromecánico de profesión y ahora cumple el rol de instructor. Con ayuda de otros jugadores y el propio sacerdote, llevan adelante las clases. “Este año tenemos más chicos, con ganas de aprender esta disciplina deportiva. Estamos entusiasmados con la cantidad que se van sumando. En realidad lo que buscamos es, a través del deporte, tener a los chicos ocupados en una linda actividad, que incorporen valores como el respeto, el compartir y con los chicos más avanzados ver la posibilidad de la competencia”, agregó el instructor.
“La idea es llegar a participar en los Juegos Misioneros“, confiesa. “Tenemos un par de nenas y varones en condiciones de participar, con ellos vamos a entrenar en otros horarios. En la escuelita tenemos chicos desde los siete años. Imaginamos que si se va progresando podremos más adelante armar una comisión de padres para organizar las actividades y materiales que se van necesitando como adquirir raquetas más competitivas”.
Por ahora buscamos que los chicos compartan una par de horas practicando este lindo deporte en un lugar seguro, cerrado, que pertenece a la Parroquia y está a nuestra disposición. En definitiva, que puedan pasar un momento agradable, divirtiéndose y adquiriendo buenos hábitos.