Un amigo lo fue a buscar preocupado porque no contestaba los llamados. Tampoco a la puerta, por lo que llamó a la Policía. La persona que no daba noticias desde el pasado martes era Roberto Javier Sosa, de 36 años.
Alrededor de las 10 los uniformados llegaron al domicilio de Sosa, quien residía solo en uno de los departamentos de un edificio avenida San Martín casi Almirante Brown.
El portero del lugar le abrió la puerta principal a los uniformados, seguidamente y en presencia del denunciante y dos testigos se hizo caer la llave que estaba puesta en la puerta del lado de adentro y por la ranura inferior entre el piso y la misma se sacó la llave.
Una vez en el interior del inmueble los investigadores hallaron dentro del baño el cuerpo sin vida de Sosa. También se estableció que las ventanas estaban cerradas.
Se hizo presente el juez de Instrucción en turno, Marcelo Cardozo (subrogante), para proseguir con las diligencias de rigor. Personal de la Dirección de Policia Científica realizó las pericias de rigor y efectivos de la Dirección Cibercrimen secuestraron el teléfono celular de la víctima para su análisis correspondiente.
Con la pesquisa telefónica buscan determinar cuándo fue su última comunicación. El médico policial solicitó autopsia, que determinó que la causa del deceso fue “muerte súbita”.
Se supo que Sosa vino recientemente desde Puerto Iguazú, de donde sería oriundo, para trabajar como chofer de una repartición pública.