En horario pico y en uno de los cruces viales considerados como más peligrosos de la capital provincial, se registraron ayer escenas de desesperación por socorrer a los más de 50 pasajeros que viajaban hacia Itaembé Guazú en el denominado colectivo “fantasma”, el interno 508 de la empresa Don Casimiro que se encuentra en etapa experimental, aún no tiene designada la línea correspondiente para unir el complejo habitacional en la zona oeste con la estación de transferencia de las avenidas Quaranta y Santa Catalina.
El impacto con un camión volcador Iveco perteneciente al Ejército Argentino, a la “Brigada de Monte XII”, se produjo a las 19.20, franja de horario pico en la que estudiantes y adultos retornan a sus hogares.
De las 31 personas que fueron derivadas con golpes y cortes a varios centros asistenciales, 16 son menores de edad, desde niños de 2 años a adolescentes de 17.
Niños y adolescentes
Según los registros realizados por los efectivos de la comisaría Novena, los quince heridos restantes son jóvenes de 18 años a adultos de 58.
Ninguno revestía lesiones de gravedad cuyo pronóstico indicara riesgo posible de perder la vida, no obstante varios de ellos quedaron en observación mientras los restantes eran dados de alta a medida que los estudios complejos así lo indicaban.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, medio que además tuvo acceso a imágenes de los sistemas de videovigilancia de la Policía provincial, señalaron que el camión realizó una maniobra prohibida de giro a la izquierda en el carril de sentido oeste-este de la avenida Quaranta para ingresar a la Jauretche.
En sentido contrario, rumbo a Itaembé Guazú, el colectivo Mercedes Benz en el tramo descendente no pudo esquivarlo y el choque fue a la altura del trailer o acoplado que los militares transportaban hacia la zona del regimiento posadeño.
Por la fuerza de la colisión muchos de los menores sufrieron fuertes dolores lumbares, golpes y algunos escoriaciones.
Uno de los heridos de menor gravedad manifestó a este Diario que “todos vimos que el camión se cruzó para entrar a Jauretche y que el chofer del colectivo maniobró como pudo, intentó esquivarlo, pero venía en bajada y cargado de pasajeros”.
La mayoría de las voces fueron coincidentes en marcar que a la línea la denominan “fantasma”, no posee número fijo y siempre la toman porque es el mismo interno, el 508 que cubre el trayecto mencionado.
Los dos conductores, el de 39 años que guiaba el colectivo y el de 28, un sargento del Ejército Argentino al mando del camión con trailer, permanecían anoche en el hospital Ramón Madariaga fuera de peligro, pero bajo observación y con custodia policial, supeditada a las órdenes del juez de Instrucción 7, Carlos Giménez.