El primer Centro de Día local para realizar tratamientos terapéuticos ante enfermedades mentales graves finalmente accedió a la categorización como tal, luego de cuatro años de trámites ante el Colegio de Médicos y la Junta Evaluadora de Salud Pública.
El establecimiento se encuentra en Posadas y es el primero de estas características en Misiones.
En 2015 habían comenzado los primeros trabajos y en agosto de 2016, la Fundación Camino de las Misiones pidió al área de Discapacidad de la Provincia la habilitación de un Centro de Día.
“Demoró varios años en concretarse. Estamos hablando de un trámite que normalmente dura entre tres y seis meses, pero aquí lo completamos casi a los cuatro años. La demora principalmente tuvo que ver con lo administrativo, porque no había antecedentes en la provincia acerca de instituciones con estas características”, explicó a PRIMERA EDICIÓN el licenciado en Psicología Alberto Pech.
“Esto implica ahora que las obras sociales tienen que cubrir el 100% de la prestación bajo el paraguas de la Ley de Discapacidad”, se alegró el profesional.
El proyecto busca dar una respuesta a los pacientes que no tenían un lugar específico para tratar las enfermedades mentales graves y contención para sus familias.
Según datos epidemiológicos, sólo en Posadas existen cerca de 4.000 personas con esquizofrenia y hasta ahora no había ningún centro específico tanto para ellos como para sus familias.
“En su momento, la Junta Evaluadora no reconoció la habilitación de la institución que había hecho el Colegio de Médicos y éste a su vez no reconoció el rechazo de la Junta, todo terminó luego en manos del ministro de Salud, Walter Villalba, quien tuvo que resolver la dinámica de las cosas para que cada una de éstas realicen una reglamentación interna”, explicó Pech.
De hecho, ya se encuentra dentro del registro nacional de prestadores de discapacidad.
El profesional puntualizó que la función más fuerte del Centro de Día es la rehabilitación psicosocial del que padece el trastorno mental grave, algo que el hospital Carrillo no está en condiciones de ofrecer.
Empezar de cero
“Lograr esto llevó muchísimo tiempo, marchas y contramarchas, pero lo importante ahora es que ya está categorizado, figuramos en los listados de prestadores y ello habilita que los pacientes tengan una cobertura del 100%”, indicó el psicólogo.
“Ya hicimos convenio con algunas obras sociales y con otras se está avanzando en ese sentido”, se explayó el especialista.
La institución está funcionando normalmente y en la actualidad se está trabajando con un grupo de diez pacientes los sábados en la casa situada en Colombres 3.811, entre la exruta 213 y Cocomarola, en el barrio Los Lapachos.
“Nuestros grupos son reducidos, no más de diez por equipo, y dirigidos a personas adultas con enfermedades mentales graves: personas con depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar y trastornos delirantes”, indicó Pech sobre las enfermedades crónicas tratables en el lugar.
Sobre la modalidad de trabajo, explicó que es con talleres de arte, educación física, música. Se realiza una primera evaluación del paciente para ver en qué condiciones está y cuál es el tratamiento adecuado. Para el ingreso se hace una adaptación para medir cuánto tiempo someterse a la terapia.
Datos epidemiológicos
En base a un cálculo estadístico a partir de datos epidemiológicos actuales, Alberto Pech indicó que sólo en Posadas habría alrededor de 4.000 personas con trastornos esquizofrénicos.
En esta misma ciudad hay 36 psiquiatras, así que los números resultan muy contundentes.
Algunos pacientes se trataban en el hospital Carrillo, pero la mayoría está sin tratamiento, lo que supone una reducción de la expectativa de vida de hasta 25 años.
“Esta enfermedad implica que la persona se deteriora y eso quiere decir que con el correr de la enfermedad, si no está tratada, pierde funciones psíquicas y va quedando cada vez más apagada y esas funciones no se recuperan”.
“Los medicamentos han servido de mucho para frenar esos episodios, pero sin la psicoterapia o el acompañamiento terapéutico que puede brindar un Centro de Día, el paciente y la familia no pueden aspirar a una mejor calidad de vida”, aseguró.
Los disparadores de las enfermedades mentales se evidencian a temprana edad, generalmente alrededor de la adolescencia.