Si usted es misionero es muy probable que conozca los saltos Sokalski y Sak, pero si no es así, lo básico es saber que entre Alem y Oberá, siguiendo la ruta nacional 14, poco antes de llegar a la Capital del Monte para ser más exactos, se encuentra Guaraní, municipio que será e punto de partida para llegar a estos bellísimos exponentes de la mágica topografía misionera.
Para llegar a ellos se debe tomar el mismo camino que conduce al conocido Salto Krysiuk, que posee la infraestructura necesaria para acampar en la zona.
El salto Sokalski es un fresco lugar que, aunque no cuenta con estructuras, se mantiene limpio, lo que facilita el ingreso. Si bien es poco conocido, es realmente muy recomendable, además del salto en sí, se pueden conocer en la parte alta y sobre la margen derecha del cauce un sendero con un muro de roca similar a una gruta. Un espectáculo para asombrarse. Antes de llegar al salto, el sonido del arroyo Yapeyú enmarca la travesía junto a los múltiples tonos de verdes de la flora y el rojo de la tierra.
Puntos a tener en cuenta si piensa visitar el lugar:
• No posee ningún tipo de infraestructura (si le gusta acampar es ideal).
• El nivel de dificultad para el descenso/llegada al salto es media/fácil.
• El nivel de dificultad para transitar por el camino es fácil al comienzo y difícil en los últimos dos kilómetros.
• Hay que cruzar por un arroyo para entrar al lugar, pero el piso es de piedra maciza.
Sak
De este salto se puede decir que son dos en uno, o tres. La caída superior se divide formando una isla, y luego vuelve a unirse formando una sola cascada, la inferior que se pierde en el arroyo entre la espesa vegetación que completa el paisaje. Para acceder a la cascada superior hay una escalera pero quienes quieran llegar al salto inferior deberán adentrarse en el monte y luego cruzar entre los dos saltos.
Sin dudas, un paseo ideal para los amantes del turismo de aventura. No se lo pierda.