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Tras una compleja cirugía doble, el misionero Ismael Sosa comenzó a transitar los primeros pasos hacia la recuperación completa de su calidad de vida, perdida tras el diagnóstico de Parkinson hace quince años.
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Según contó a PRIMERA EDICIÓN, ya reconquistó algunas habilidades básicas que había perdido, como por ejemplo cambiarse la ropa o atarse las zapatillas, antes requería ayuda y tras el implante de un dispositivo en el cerebro, tiene la garantía de que podrá vivir los próximos 25 años sin los efectos de la enfermedad.
Ismael asegura estar viviendo un milagro. No obstante fue un “milagro” por el cual luchó con todo o que tuvo a mano para alcanzarlo, principalmente auditorías y presentaciones ante la obra social para que le cubriera la práctica.
Finalmente, el pasado 15 de abril, poco días después del Día Mundial del Parkinson y luego de lograr que se aprobara la adquisición de un dispositivo que se implanta en el cerebro, el docente pasó por dos cirugías: la primera con anestesia local y despierto que duró cinco horas.
“Antes, en una sola cirugía se hacía toda la operación pero desde hace algunos años se la realiza en dos tramos para evitarnos el estrés a los pacientes”, contó a este Diario.
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En esa primera parte, le implantaron los electrodos en la cabeza: fueron dos con ocho puntos de contacto, cada uno, en el lugar exacto donde el cerebro tiene las fallas.
Tras la evaluación de cómo el organismo acepta el dispositivo, se realiza la segunda cirugía para hacer la conexión de la cabeza hasta el pecho (parte derecha del tórax) donde va colocado el neuroestimulador. Una vez que los puntos de la operación cicatrizan, se regula el equipo y se activan los dispositivos.
Eso implica que se vaya reduciendo la dosis del medicamento y se va regulando hasta que el paciente deje el medicamento definitivamente. Tras ser evaluado por todo el equipo médico que lo atendió, el docente recibió el alta y pudo volver a la tierra roja, donde se encuentra de reposo. Para a someterse a nuevos ajustes deberá estar en la Capital del país en septiembre.
“Todos los días veo los progresos, me cambió la vida”, aseguró.