
El debate por el femicidio de Miriam Cubas (16) entró en su etapa final. Este lunes declararon nueve testigos y se despejaron las dudas acerca del supuesto video del crimen. De todos los que fueron citados ante el Tribunal, uno quedó detenido por falso testimonio.
Una de las claves del caso es poder determinar dónde estaban los acusados al momento del hecho. Son dos los que la investigación ubicó en el Pinar de Puerto Piray. En este sentido, Ariel “Chinchulín” Cardozo (24), fue culpado por Enzo Álvez Da Silva (20) como el autor del crimen, mientras que Cristian Vargas (22) aparece como el que a la fuerza fue vinculado al hecho.
El lunes un testigo ubicó a Vargas en la zona y siguiendo a una chica. Se trata de un hombre que a bordo de una moto trabajaba como vendedor ambulante.Cuando fue llamado ante el estrado, ratificó lo expresado en la etapa de Instrucción. Dijo que esa tarde había visto a Cristian Vargas en un camino cercano al pinar y que aparentaba estar persiguiendo a una joven. Cuando se le preguntó si lo conocía, dijo que no, que supo quien era luego de haber aportado datos para el identikit del sospechoso y que en base a esas características luego lo identificó en la rueda de reconocimiento.
Lo que no quedó claro es quién era esa chica a la que supuestamente perseguía Vargas. A medida que continuaron las requisitorias, el testigo aclaró que la calle por la que vio al acusado no era la misma en la que mataron a Miriam Cubas.
Falso testimonio
El testigo que complicó su propia situación fue un hombre que mencionó un horario en la etapa de Instrucción y otro distinto este lunes.
El eje de esa diferencia horaria podía poner a “Chinchulín” Cardozo cerca o lejos del lugar del crimen. Esta persona había declarado que había visto al imputado en su casa alrededor de las 18, de manera que la ventana de tiempo podía colocarlo en su domicilio después de haber cometido el crimen.
Sin embargo dijo ayer que, en realidad, lo había visto a las 9 de la mañana, alejándolo del horario del asesinato. La amplia diferencia de tiempo fue entendida como una posible estrategia para despegar al acusado del femicidio.
Esto se sumó a que conocía a Cardozo, porque alguna vez trabajó para él y hasta compartieron culto de iglesia. Ante este panorama, el Tribunal consideró que podría haber incurrido en falso testimonio, por lo cual ordenaron su detención.
Para la audiencia de hoy se aguarda la comparencia de un testigo, quien a la hora del crimen habría visto pasar a Cristian Vargas por el frente de su casa.
De no mediar alguna nueva comparencia a pedido de las partes, se pasaría a cuarto intermedio hasta el jueves, donde será el turno de los alegatos y posible sentencia.