Durante los últimos años, todos los meses se acumulan importantes incrementos sobre el costo de vida con tickets y facturas que cada vez son más difíciles de cubrir. Al aumento en los precios de la canasta básica, conformada principalmente por alimentos, se suman las subas en servicios básicos, como la luz, agua, gas y combustibles, y también de aquellos de uso diario, televisión por cable, internet y telefonía móvil.
Al contrario de lo que sucede con la energía eléctrica, agua corriente o gas; internet no es considerado un servicio público básico, pero sin embargo cada vez son más los hogares en el país que destinan parte de su presupuesto a la conexión digital. Lo mismo ocurre con el cable y el uso de los celulares. Por ello, en Misiones las familias compuestas por cuatro personas (dos adultos y dos menores) deben desembolsar más de 5.000 pesos al mes para disponer de los servicios agrupados en la denominada canasta tecnológica.
Las cifras evaluadas dentro de una canasta tecnológica son de referencia, es dificultoso dar cifras exactas debido a las variables de precios de cada empresa y los packs que contrata cada usuario. Además influyen las condiciones de diferentes regiones o barrios, ya que en algunos no llegan todos los servicios o varía la velocidad de internet, por ejemplo, dato no menor al momento de buscar los servicios.
Ante esto, las empresas se enfrentan en una lucha encarnizada para ofrecer el combo más conveniente a los usuarios. En la búsqueda de atraer clientes en épocas de crisis económica llegan a ofrecer descuentos de hasta un 50% por un determinado plazo de tiempo. No obstante, los costos acumulados son muy elevados y al mismo tiempo el sector encabeza la lista de reclamos en Defensa al Consumidor por deficiencias en la calidad del servicio.
Así, luego de los últimos incrementos y dentro de una complicada época donde las familias tratan de ingeniarse para recortar gastos y hacerle frente a una acumulada inflación, un hogar de cuatro integrantes debe abonar elevadas tarifas, según la velocidad y el combo de servicios contratados.
Importes de referencia
Las facturas de junio registraron un valor de $1.600 para el servicio de televisión por cable HD. Cuatro meses atrás el costo del mismo servicio era de $1.440. Mientras que la banda ancha con 12 megas y wifi que en marzo costaba $1.490, ascendió a $1.690. El paquete Premium para las transmisiones de fútbol que valía $450 ahora tiene un precio de $510. Sin embargo, la combinación de los servicios también deriva en promociones combo con descuentos que rondan el 25%. De esa manera, para acceder al cable y servicio de internet con wifi, el usuario debe pagar alrededor de $2.977 por mes.
Cabe recordar que el servicio de Televisión HD por cable que actualmente tiene un valor de $1.600, en marzo del 2018 costaba $1.044, mientras que en el mismo mes del 2017 el importe era de $865. Algo similar ocurrió con el servicio de banda ancha y wifi por 12 megas que ahora vale $1690 pero en marzo del año pasado su precio era de $1.036 y en marzo de 2017 costaba $886.
Dentro de la consideración de la canasta tecnológica se debe adicionar el gasto fijo de la telefonía móvil, que actualmente puede llegar a 2.720 pesos por las cuatro personas que conforman una familia tipo, teniendo en cuenta que el valor para un plan básico de control, con 1 Giga de internet, arranca desde los $580 mensuales por cada línea celular. En la comparación con agosto del 2018, el mismo paquete básico costaba $350.
De esa manera, el presupuesto mensual que una familia debe destinar a la canasta tecnológica, de acuerdo a los ejemplos de referencia, alcanza un costo de 5.697 pesos.
Testimonios de clientes
Por ello, crece la cantidad de usuarios que, ante la imposibilidad de hacerle frente a las últimas subas de precios, deciden dar de baja o cambiarse a empresas que tienen un menor costo con servicios más precarizados.
Tal es el caso de Miguel Ángel P., residente del barrio Villa Urquiza, quien ante la consulta de PRIMERA EDICIÓN, comentó: “A principio de año comenzó a hacerse muy difícil pagar el servicio de televisión por cable con internet. Traté de aguantar unos meses más, aunque me costaba. Pero también subieron mucho los precios en los supermercados y cargar nafta al auto. Hay muchas necesidades mucho más prioritarias que también son complicadas de pagar. Entonces, cuando volvió a llegarme una factura del cable con aumento, eso fue el mes pasado, decidí darme de baja. Pero eso también cuesta porque la empresa da muchas vueltas para aceptar que un cliente quiere dejar de someterse a sus precios”.
En tanto que, C. Lobato, comerciante, relató: “Hace unos años atrás decidí pasarme a la empresa de cable e internet que tiene un costo más caro, porque con la otra operadora tenía muchos problemas de velocidad. Pero este año se me hace imposible seguir pagando los aumentos que vienen en cada factura. Además, nunca hay un aviso previo, simplemente uno se encuentra con precios cada vez más altos en las boletas. Por eso volví a pedir la baja. Intentaron convencerme con diferentes paquetes de oferta y con descuentos para no cortar el servicio pero ya no confío sobre el tiempo de duración de esas promociones. En cualquier momento me vuelven a complicarme con aumentos”.
Por su parte, Mario O., jubilado del Barrio Judicial, indicó que “se entiende que todo aumenta, y lo mismo tenía que pasar con la televisión por cable. Lo que me molesta es tener que pagar tanto para poder ver los partidos de fútbol porque estamos obligados a contratar un paquete aparte para eso. Mi mayor entretenimiento es mirar los partidos pero desde el año pasado hasta para los amistosos hay que pagar un recargo. Son muy abusivos”.
Mientras que C. Velázquez, estudiante universitaria, se quejó sobre los incrementos registrados en la factura de telefonía móvil. “Nunca se cuánto me vendrá en cada mes. Además hace un tiempo opté por incorporar el pago al débito automático, entonces directamente me sacan la plata de mi cuenta bancaria el día de vencimiento, el problema es que a veces me encuentro con la suba de la tarifa directamente cuando veo la cantidad de dinero que me debitaron. Las empresas nunca hacen un aviso previo para sus aumentos pero sí te llenan de mensajes y llamadas para ofrecer sus promociones o planes”.