La crisis impacta el mercado del trabajo y crece la precarización laboral en Misiones. Es que desde distintos sectores reconocieron que existen en la provincia modalidades laborales más flexibles que la del trabajo asalariado registrado bajo contrato por tiempo indeterminado.
Uno de los más complicados por esta situación es el sector estatal. “Estamos en una situación grave, complicada y preocupante para nosotros. Es por eso que llevamos adelante distintas medidas de acción a fin de sobrellevar este panorama que nos plantea hoy la actividad en muchas dependencias”, manifestó a PRIMERA EDICIÓN el secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) Misiones, Jorge “Coqui” Duarte.
En este sentido, expresó que “en el ámbito estatal se acentúa cada vez más la precarización”. “El ejemplo que siempre remitimos es el que se da en el Ministerio de Salud Pública, donde tenemos aproximadamente 10 mil empleados en la provincia y cerca de 5.000 están totalmente precarizados, con contratos que nosotros entendemos que convalidan un fraude laboral en el propio Estado”, adujo.
Enumeró que entre estas modalidades se encuentran los contratos sin relación de dependencia, pasantías, programas nacionales y provinciales, cooperadoras y municipios. En total contabilizamos 17 formas de contratos basuras”, detalló.
A todo esto, consideró que se trata de “un panorama complejo y preocupante para los trabajadores a la hora de contar con el respaldo de las garantías legales y constitucionales”.
Duarte reveló además que “el principal reclamo pasa por la situación salarial”. “La pauta que se instrumentó en el ámbito público realmente fue por debajo del proceso inflacionario y nosotros veníamos arrastrando un atraso salarial en los años previos. Después se agravó por la suba de precios, el costo de los servicios y la canasta alimentaria. Hoy un salario promedio en el ámbito de la Salud Pública ronda los 16 mil pesos”, apreció.
Asimismo, indicó que otra situación que denunciaron es la existencia, dentro del propio Estado, de la figura de un trabajador “totalmente en negro”.
“Se trata de aquellos empleados que prestan servicios y a través de un mecanismo cobra un tercero, por lo cual éste queda sin ningún tipo de relación contractual con el Estado”, apuntó el gremialista.
Esto genera que “a la hora de prestar servicios se dé una incertidumbre porque no se sabe si cobrarán a fin de mes”, subrayó. “La precarización laboral provoca un malestar en el seno del propio trabajador que debe estar predispuesto a ofrecer un servicio. Es una carga emocional que dificulta la tarea que se desarrolla en la vida cotidiana”, sostuvo.
También señaló que “otro de los eslabones más débiles del ámbito estatal son los empleados municipales”. “Existe precarización en los municipios, es una plaga que se instaló y se empieza a diseminar. Hay programas a través de los cuales se incorpora a los trabajadores por un sueldo que no llega al mínimo, vital y móvil; prestan determinadas cargas horarias de trabajo y realizan una actividad que debería estar registrada”, advirtió.
Y sostuvo que “es imposible cuantificar la cantidad de trabajadores en esta situación porque son datos que los propios municipios intentan esconder”. “Muchos no quieren dar a conocer la realidad actual de su plantilla de trabajadores”, sentenció.
Pedidos y reclamos
Dicha situación preocupa a otros sindicatos, es así que desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Misiones solicitaron, a través de una nota enviada al gobernador de la Provincia, Hugo Passalacqua, que se revea los viáticos que reciben los empleados estatales.
En la misiva se expuso “la urgente actualización de viáticos para la administración pública central y organismos descentralizados de los tres poderes del Estado, dado que los mismos no se actualizan desde noviembre de 2014; y ante ello los trabajadores se ven obligados a poner dinero de su bolsillo para ejercer su tarea cada vez que deben viajar dentro de la provincia o fuera de ella”.
Sobre el tema, el secretario general de ATE, César Fariña, dijo a este Diario que “es un pedido específico en relación a lo que es el viático provincial, porque hay muchos reclamos de quienes hacen trabajo en territorio debido a que los valores están muy desfasados”.
En tanto, en lo que refiere a la precarización laboral, deslizó que “en los últimos tiempos se logró algunos avances, pero se trata de los mínimos”.
En este punto, Fariña recordó que en Misiones está en vigencia el decreto que establece que “no pueden haber nombramientos y contratos con relación de dependencia en el Estado provincial”.
En este contexto, manifestó que “el porcentaje de trabajadores precarizados de la provincia es alto”. Adicionó que “Salud Pública es el sector más afectado por las contrataciones debido a que cobran a través de becas y esto es considerado una forma de precarización”.
En tanto, indicó que “se trata de salarios muy bajos, por eso creemos que para resolver este problema debe haber una definición política para transformar y realizar el cambio”.
A la vez, dijo que otra forma de precarización es la tercerización ya que se contratan empresas para prestar servicios, como ser de limpieza, seguridad o de alimentación. “Muchas veces esas empresas pagan salarios muy bajos y no hacen los aportes correspondientes. Esto es algo que el sindicato viene denunciando permanentemente”, reconoció.
Expuso que “en definitiva todo esto genera trabajadores por debajo de la línea de pobreza en la mayoría de los casos”.
Recordó que los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) y del Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (IPEC) de Misiones muestran que para no estar en la franja de pobreza una familia compuesta por cuatro integrantes debe tener un ingreso superior a los 30 mil pesos para cubrir una canasta básica.
Mientras que para no caer por debajo de la línea de indigencia un grupo familiar compuesto por cuatro miembros, en mayo, necesitó más de 12 mil pesos.
“Con esto vemos que la gran mayoría de los trabajadores estatales están por debajo de la línea de la pobreza. Mientras que el 100% de los trabajadores precarizados están por debajo de la línea de indigencia”, denunció.
Panorama en el comercio
Consultado sobre esta problemática, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP), Carlos María Beigbeder, destacó que desde la entidad siempre bregaron por el empleo en blanco, pero reconoció que “hay excepciones”.
“Lamentablemente hay un 50% de gente trabajando en negro, y el comercio no es ajeno. A medida que te vas alejando del centro te das cuenta que hay colaboradores en negro. Estamos en contra de esta situación y creemos que es una manera poco inclusiva de meter un empleado dentro del sistema; un trabajador en blanco puede acceder al crédito, gastar más y percibir un sueldo más alto”, apuntó Beigbeder.
En este contexto, observó que “las crisis económicas atentan contra el empleo en blanco. Para algunas empresas es política tener a todos en blanco y para otras es política tener a trabajadores en negro. Lógicamente es muy beneficioso tener gente en negro porque te ahorrás el 48% de las cargas sociales”, sentenció.
Reveló que la mayor cantidad de empleo en negro y de empleados precarizados se encuentra “en la periferia y en los lugares donde no se atiende al público. Es mucho más difícil tener gente en negro cuando la persona trabaja en la atención al público, pero eso no quiere decir que no suceda”.
El sector maderero, con complicaciones
La rama maderera es otro sector que sufre complicaciones a raíz de la crisis, ya que en los últimos años el consumo fue cayendo en picada. Los trabajadores en varias ocasiones denunciaron la falta de pago, reducción de horas laborales y pérdidas de otros beneficios.
Al respecto, el secretario general del Sindicato Obrero de la Industria Maderera de Eldorado (SOIME), Domingo Paiva, manifestó a PRIMERA EDICIÓN que “en lo que respecta a normas no hubo modificaciones”.
Subrayó que “en estos tiempos la crisis golpea a todos y a los trabajadores más que nada. Pero tampoco se deja de lado las empresas porque siempre se escuchan quejas debido a los altos impuestos y otros puntos. Sin embargo, lo que se observa es que estas complicaciones se vuelcan a los trabajadores”.
En consecuencia, detalló que “se blanquean menos horas a los empleados, no se abona el convenio colectivo como corresponde, hay bonificaciones como ser de antigüedad y presentismo que no se pagan”, por lo que “vemos que en cada quincena se paga menos a los empleados”.
“Son muy pocas las empresas que demuestran organización y respeto hacia los trabajadores tratando de darle la jornada laboral que corresponde”, advirtió.
En relación a la reducción de puestos de trabajo en la provincia, Paiva deslizó que “son muy contados, porque acá no hay empresas que hayan cerrado, además se debe entender que las ramas del terciado, el aserrío y la carpintería utilizan mano de obra calificada, por lo cual no se puede reemplazar de un día para el otro. Por ello, no hay despidos sino que se observan situaciones complejas y los trabajadores deciden salir de la empresa o negociar su indemnización. Este tipo de ruptura laboral es lo que se observa”, explicó el gremialista.
Construcción en caída
El sector de la construcción también se ve seriamente afectado por la crisis económica, ya que durante los últimos meses siguió cayendo. Ello deriva en que los trabajadores que se dedican a la actividad tengan que buscar otro tipo de empleo.
Datos del INDEC señalan que la construcción cayó un 8.9% en lo que va del año y se supo que la variación interanual bajó un 3,4%. “La construcción genera empleo de manera rápida y mueve la cadena de consumo. Que caiga de forma sostenida no es una buena noticia”, detallaron los sindicalistas que representan al sector.
Desempleo a nivel nacional
Los últimos datos publicados por el INDEC muestran una conclusión preocupante en lo relacionado al mundo laboral. Se debe a que en el informe la cifra arrojada mostró que durante el año pasado el desempleo llegó al 9,1%.
Pero, sumado a dicho porcentaje, otro punto preocupante para los gremios y sindicatos fue que no sólo disminuyó la cantidad de asalariados, sino que cayó la calidad de los empleos.
Es así que referentes sindicales a nivel nacional advirtieron que “en 2018 no sólo aumentó la desocupación, sino también hubo un incremento de las formas más precarias de inserción en el mercado de trabajo”. Asimismo, “hubo un crecimiento de la subocupación y los ocupados demandantes de empleo”.
En esta línea, expusieron que “con estos datos vemos que uno de cada tres trabajadores está buscando activamente trabajo o está disponible para trabajar más horas”.