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Una vez más, los más grandes y violentos le quitaron el protagonismo a los chicos. En cancha de Huracán, el domingo, lo que debía ser una fiesta del torneo Apertura infanto-juvenil terminó abruptamente por los insultos de los padres. En ese momento jugaban las categorías 2006 del Globo y Guaraní.
El árbitro, Lucas Suárez, no soportó la inconducta de los padres, quienes supuestamente deben educar a los chicos pero que se fueron de boca, vociferando todo tipo de groserías, lo que provocó la valiente decisión del juez de suspender el encuentro, por lo que ahora será el Tribunal de Penas del Departamento de Inferiores el que tendrá la última palabra sobre si continúa o no el encuentro.
De un tiempo a esta parte, dicha área que preside Silvio Alvarenga tomó la decisión de terminar con este tipo de inconductas que no le hacen nada bien al fútbol infantil, provocadas por padres y entrenadores.
El hecho puntual “no fue de gravedad, pero se tiene que terminar la violencia verbal en las canchas del fútbol infantil. Le doy un ejemplo: muchas veces se escucha de parte de algunos padres cosas como ¡rompele!, ¡patealo! o ¡pegale! No estaban dadas las garantías de seguridad en cancha de Huracán, por lo que el árbitro decidió suspender el partido. Esto nos complica a los organizadores. Al tener un partido suspendido, nos desarma toda la programación”, comentó ayer Alvarenga al ser consultado por EL DEPORTIVO.
Según el programa elaborado la semana pasada por el Departamento de Divisiones Infantiles, hoy debían jugarse los encuentros revanchas de cuartos y octavos de final del torneo Apertura, pero ahora se debe esperar lo que resuelva el Tribunal de Penas para conocer el nuevo programa.
Tal como anticipó el propio Alvarenga, es muy probable que “el próximo fin de semana se disputen las revanchas y luego habría un parate, pues se vienen los torneos invernales que están previstos para los próximos días organizados por Guaraní, Crucero del Norte y Jorge Gibson Brown”.
Además, comentó el dirigente liguista, “en las instancias finales, los árbitros no quieren arbitrar en canchas que no tengan alambre perimetral por el tema de seguridad”.
Otro episodio de violencia
Por otra parte, lo de la cancha Huracán con los más chicos tuvo su réplica a la tarde, esta vez en cancha de Brown, con la reserva de Candelaria y Sporting. “Fue suspendido por agresión de un jugador de Candé, Manuel Céspedes, al árbitro Augusto Peralta”, según el sitio web oficial de la Liga Posadeña, cuando se jugaban 34 minutos de la etapa inicial con la victoria parcial del equipo de Santo Pipó por 1-0. Según testigos, Peralta le mostró una tarjeta amarilla al player, quien le aplicó un golpe de puño en el rostro al joven referí.
Fútbol violento
El Tribunal de Penas de la Liga tendrá mucho trabajo, pues a este hecho ocurrido en Brown se suma el intento de agresión que sufrieron el árbitro Roque Ramos y sus colaboradores tras el juego por cuartos de final entre El Brete y La Picada, en Primera, por parte del cuerpo técnico del elenco de Villa Cabello, con exposición policial de por medio.
También en Mitre, dirigentes del club patearon la puerta del vestuario de los árbitros, disconformes con la actuación de los mismos tras el juego por los cuartos de final entre ese equipo y Atlético Posadas.