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La vida y el legado de Angélica no deja de sorprender, no sólo porque a casi 70 años de su muerte se la siga recordando e inclusive desembarque un medio nacional para narrar su historia, sino porque la Escuela 97 que fundó en 1921 en Picada Sueca hoy lucha por no desaparecer.
Este establecimiento, ubicado en el Lote 28 del municipio de Caá Yarí (departamento de Leandro N. Alem) y muy cerca de cumplir sus cien años de vida, está a punto de dejar de existir.
Un reclamo generalizado
A raíz de ello, vecinos, alumnos, maestros y exalumnos están muy preocupados y molestos por la tajante decisión tomada por las autoridades provinciales de bajarla de categoría y transformarla en aula satélite desde este mes de julio.
La comunidad educativa de la Escuela 97 rechaza este cambio debido a que, como consecuencia de ello, se reducirá el plantel docente y se obligará a la unificación de aulas y niveles.
La escuela pertenece a la educación pública estatal y en la actualidad tiene habilitados Jardín de Infantes, Nivel Inicial, EGB1, EGB2 y EGB3. Ubicada en una zona rural, el establecimiento no sólo es importante en la actualidad por el servicio educativo que brinda a la zona, ya que la escuela más cercana está a 20 kilómetros, sino también por su rica historia.
Hoy cuenta con 15 alumnos de primer grado a séptimo y dos maestras: Lorena Katch y Mirna Esteche; más todo un grupo de padres que siempre colabora y es parte de la cooperadora.
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Que su legado no sea en vano
Angélica Schnarbach fue la fundadora de este establecimiento en 1921 que en 1936 fue elevado a la categoría de Escuela Superior, la cual tuvo, además de la educación inicial, huertas escolares, enseñanza de cocina y repostería, corte y confección, cría del gusano de seda, enseñanza de pintura, escultura y artesanías con elementos de la zona, además del cultivo y almacenamiento de yerba mate, el cultivo madre de la zona.
La maestra Schnarbach también organizó el gabinete de física, el de química y un museo regional; sin olvidarse de la ayuda que le dio a sus exalumnos, varios de ellos luego transformados en maestros primarios, entre otros oficios.
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“Tenemos una gran tristeza”
PRIMERA EDICIÓN dialogó en las últimas horas con Mirna Esteche, una de las maestras del histórico establecimiento, quien reconoció que “tenemos una gran tristeza por lo que está pasando hoy con esta escuela ya casi centenaria. Utilizamos todas las vías posibles para que no se convierta en aula satélite e inclusive en junio pasado realizamos un abrazo simbólico junto a padres, alumnos, docentes y exalumnos, junto a vecinos”.
“Todo lo que luchó la fundadora de esta escuela, Angélica Schnarbach, para que este establecimiento ubicado en el medio del monte se transforme en una escuela superior y hoy reducirla a aula satélite es increíble, es desconocer la historia de una escuela a punto de cumplir 100 años”, insistió. En otro tramo de la charla, la docente comentó que el diputado provincial Isaac Lenguaza elevó un proyecto de comunicación a la Cámara de Representantes de la Provincia para que se revea la decisión y la Escuela 97 vuelva a tener el rango que ahora se modificó oficialmente.
“Intentamos de varias formas para que esto no pasara, pero todavía no logramos ninguna respuesta positiva, pero no bajamos los brazos”, reseñó Mirna. A lo que agregó: “Tenemos centradas nuestras esperanzas en el proyecto presentado por el diputado en la Legislatura para que se revea esta situación”.
También hizo un apartado y agradeció a los medios de comunicación que “nos ayudaron a visualizar nuestro problema en el orden local, provincial y nacional, y hasta hoy nos siguen dando una mano”.
“Te digo la verdad: siempre imaginé que haría toda mi carrera en esta escuela, en Picada Sueca, pero creo que eso no va a ser así”, finalizó la maestra Esteche con un dejo de tristeza.