Fue elevada a juicio oral y público la causa por la muerte de la joven Natalia Soledad Aquino (18) y su sobrina, Zoe Ailén Aquino (5), quienes fueron atropelladas en esta localidad por un automovilista que se dio a la fuga.
La resolución fue firmada en las últimas horas por el magistrado Miguel Ángel Faría, titular del Juzgado de Instrucción 4 de Apóstoles, al frente de la investigación y tras el requerimiento de la Fiscalía.
El hecho se remonta al viernes 11 de noviembre de 2017.
El imputado permaneció poco más de un mes detenido y finalmente cumplió con una caución de 300 mil pesos y recibió la excarcelación, es decir que llegará a esta instancia de debate en libertad.
La acusación formal con la que irá al banquillo fue por “doble homicidio culposo agravado”, en razón de que escapó de la escena luego del episodio fatal.
Para el juez instructor fueron claves varios elementos, como ser el informe accidentológico de la División Criminalística de la Unidad Regional VIII, testimonios y pericias genéticas.
Éstas últimas y tal como publicó PRIMERA EDICIÓN en su momento confirmaron que el principal sospechoso, quien es un jubilado correntino, efectivamente conducía el vehículo al momento de la tragedia. Si bien todo apuntaba a esa teoría, el magistrado solicitó a finales del año pasado una pericia genética a los fines de disipar una versión que apuntaba a que el hombre mayor podría estar encubriendo al verdadero responsable del hecho. Para ello, tuvo particular importancia el hallazgo de una gota de sangre de perfil masculino encontrada en el guardabarros del Ford Ka involucrado, correspondiente a un rastro dejado “por goteo”.
Para evitar cualquier suspicacia, Faría mandó al laboratorio, desde donde se confirmó que esos rastros pertenecen al imputado.
Se presume que esas gotas de sangre cayeron en la parte frontal del vehículo una vez que el sospechoso se bajó del mismo para cerciorarse de los daños con los que había terminado el Ka. Y eso terminó por cerrar su suerte: la Justicia descartó la posibilidad -como apuntaba aquella teoría- de que otro haya sido el conductor al momento del choque. El objetivo de la pesquisa fue no dejar cabos sueltos y cerrar la causa con la menor duda posible.
Conmoción
Natalia y Zoe caminaban el día del hecho, a las 20.45, sobre la avenida San Martín -ruta provincial 10- que conecta el centro de Apóstoles con el barrio Estación, donde todo sucedió.
En determinado momento y por razones que se investigan fueron embestidas por un Ford Ka que escapó de la escena en dirección al sur. Esa misma avenida conecta con Colonia Liebig, ya en Corrientes, emplazada a 1.200 metros del lugar del impacto. Las dos víctimas perdieron la vida prácticamente en el acto.
El automóvil desapareció y unas doce horas después, efectivos de la Policía de Misiones junto a sus pares de Corrientes encontraron el rodado chocado y oculto en una vivienda de Virasoro, a 90 kilómetros de Posadas. Allí fue detenido el jubilado, quien luego fue excarcelado.