La secretaría de Agroindustria publicó un informe sobre la cadena de la yerba mate que permite conocer, con números precisos, cómo es el largo proceso de una de las tradiciones más populares del país, consumida en prácticamente todos los hogares, en ámbitos laborales, de esparcimiento y estudio, y que además cuenta con propiedades beneficiosas para la salud.
La yerba mate (Ilex paraguariensis Saint Hilaire) es nativa de las regiones subtropicales de Argentina, Brasil y Paraguay, remarcan en el informe como contexto.
Su consumo en nuestro país y, en los limítrofes, así como en otros lejanos, como Siria, es tradicional. Actualmente el sector privado y público se encuentran trabajando en acciones tendientes a acrecentar su inserción en el mercado mundial de las infusiones.
Se destaca por ser un producto cultivado y elaborado con relevancia económica solamente en tres países del mundo, que incluyen a Argentina, Brasil y a Paraguay. En Argentina, las provincias de Misiones y noreste de Corrientes cuentan con una serie de características agroecológicas, que posibilitan el desarrollo exitoso de las plantaciones. Esta región coincide con el área de dispersión natural de la especie.
Los mayores demandantes de este producto a nivel mundial en 2018 fueron Uruguay, Siria, Chile, seguidos por Alemania y Estados Unidos. Los tres primeros mantuvieron este orden durante los últimos 10 años.
Considerando la provisión global, los productores de Argentina, Brasil y Paraguay fueron los principales exportadores mundiales durante la última década, aunque cabe señalar que Argentina y Brasil ostentan el rol de principales jugadores, ya que en conjunto exportaron alrededor del 90% de la yerba mate total.
Según los últimos datos disponibles analizados por Agroindustria, en lo que se refiere a la superficie cosechada, Argentina se encuentra en primer lugar con 165.326,80 hectáreas, luego Brasil con 75.662 hectáreas y Paraguay con 20.650 hectáreas.
Respecto al desempeño como proveedores mundiales, Argentina se constituye como el primer exportador mundial, considerando el valor, (47,0%), seguida por Brasil (43,1%) y Paraguay (1,7%).
En el año 2018 la producción primaria registró 809.157,9 toneladas (tn) de hoja verde, que se elaboraron para producir 302.098,7 tn de yerba mate molida. El 13,2% del producto industrializado (39.926,5 tn) se destinó a la exportación y el restante 86,8% (262.172,2tn) se comercializó en el mercado interno.
El informe de Agroindustria, a partir de datos oficiales del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), indica que los eslabones de industrialización se componen de 193 secaderos, 99 molinos y molinos fraccionadores, 15 fraccionadores -de los cuales 12 están ubicados fuera de la zona de producción (Buenos Aires, Capital Federal, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Entre Ríos)-, 56 comercializadores, y 11 acopiadores.
Cabe remarcar que todavía el 90% de la cosecha se realiza de manera manual, porque es muy difícil mecanizarla. Ahí aparece un actor principal, el tarefero que, con ayuda de una tijera, va realizando la cosecha de los brotes verdes. Según estimaciones de la UATRE, el gremio de trabajadores rurales, son unos 25.000 en toda la región yerbatera.
Mientras que, considerando la información del INYM, son 386 prestadores de servicio de cosecha y flete registrados, que son contratistas que brindan el servicio y tienen cuadrillas formadas por varios tareferos.
De acuerdo al listado de operadores activos del INYM, la cantidad de productores de yerba mate es actualmente de 11.275. El 96% de ellos está ubicado en Misiones y en general son muy pequeños. El promedio por productor da menos de 1,3 hectáreas.