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Gracias a un trabajo interinstitucional entre el Mercado Concentrador, dependiente del Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (IFAI), la Subsecretaría de Igualdad de Oportunidades del Ministerio de Derechos Humanos y la Fundación “Prosperitá”, la Casa Refugio cuenta con un estand en el centro comercial ubicado en avenida Aguado 4450 de esta ciudad.
La Casa Refugio alberga a damnificadas por el delito de trata de personas y depende de la Subsecretaría.
En el puesto del Mercado Concentrador se comercializa plantas aromáticas y comestibles, cultivadas por ellas mismas, leña y carbón que compran a productores del interior de la provincia, en tanto que lo recaudado se destina a un fondo común para la Casa Refugio que trabaja desde el 2008 en la prevención de la problemática.
La propuesta se enmarca en la inclusión del trabajo activo y en la posibilidad de generar una salida laboral para las víctimas. Por su parte, la Fundación Prosperitá ofrece una serie de capacitaciones con el fin de brindar herramientas orientadas al trabajo.
La subsecretaria de Igualdad de Oportunidades, Norma Sawicz, expresó que para “restituir derechos” es fundamental el trabajo articulado entre las distintas entidades del Estado.
“Desde el 2008 a la fecha, tenemos 237 casos reales y efectivos de víctimas que fueron restituidas a sus hogares, a quienes brindamos asistencia en la Casa Refugio, en una tarea mancomunada con Salud Pública, brindando becas de inclusión social, entre otras”, indicó la funcionaria.
Capacitaciones
En cuanto a los talleres, la diseñadora y programadora de espacios verdes y coordinadora del Área Verde de la Fundación Prosperitá, Fabiana Miño, comentó que participan tanto las damnificadas como el personal a cargo de la casa.
Se trata de un programa impulsado para concientizar sobre el cuidado del medio ambiente donde se aprende sobre huerta, jardinería y alimentación consciente.
Con muy buena recepción, actualmente cultivan plantas aromáticas como romero, menta, ajenjo, albahaca, orégano, perejil, melisa, entre otras, que se utilizan para comidas, tés o elaboración de esencias y que se venden en el Mercado.
Al finalizar, la coordinadora del Mercado Concentrador, Paula De Andrea, remarcó que, además de tener una actividad comercial, el Mercado tiene una actividad social que se potencia en la interacción con otras herramientas del Estado provincial.
Es “muy conveniente proporcionar un espacio para que comercialicen los productos. Al tratarse de un stand donde se sensibiliza sobre el flagelo de la trata de personas, el público que visita el Mercado consulta y además de comprar, se informa”, subrayó De Andrea.
De esta manera, el que no está al tanto del tema, tiene la posibilidad de interiorizarse y ayudar en la prevención de la trata.