Los precandidatos comienzan los últimos cuatro días de campaña antes de que se aplique la veda electoral de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo 11 de agosto. Si bien la previa marca una fuerte polarización, oficialismo y opositores se juegan intereses diferentes en un test que, para muchos ciudadanos, no tiene mucha razón de ser.
Las PASO fueron creadas en 2009, sustituyendo las elecciones internas partidarias. Desde entonces, en pocas oportunidades hubo competencia interna en los frentes políticos. En las Primarias, los espacios en competencia se juegan su habilitación a las elecciones generales y miden qué nivel de apoyo tienen del electorado.
Son obligatorias y cada lista debe obtener al menos el 1,5% de los votos válidamente emitidos en el distrito. En estas PASO, Juntos por el Cambio podrá observar si las encuestas previas que tanta importancia mediática generaron, fueron reales. Y, especialmente, el nivel de aceptación de su principal candidato (Mauricio Macri), que busca la reelección en el ejercicio de la Presidencia del país.
El Frente de Todos (con los Fernández como postulantes presidenciales) podrá medir las chances de triunfar en octubre en primera vuelta o terminar en un ballotage.
Consenso Federal (Lavagna-Urtubey) se juega la permanencia en la competencia electoral. El resultado que obtenga será mirado por los dos frentes antes mencionados, para saber a cuál de ellos les resta votos.
Similar situación se podría aplicar a otros candidatos (Gómez Centurión, Espert, Del Caño, por mencionar algunos). Sin embargo, más allá del Ejecutivo nacional, las fuerzas políticas buscarán saber qué chances tienen de conseguir la mayor cantidad de legisladores en el Congreso. Se sabe anticipadamente que ningún buen resultado le asegurará al futuro presidente de la Nación una mayoría propia, que no dependa de los consensos con los opositores.
Para los gobernadores electos, se pone en juego la fuerza de los votos legislativos que les permitan una negociación constante con quien gane la Presidencia. Algo similar a lo que le ocurre hoy a Macri en su relación con las provincias.
Más allá del tamaño de la boleta
En Misiones, la pelea de la renovación será en defensa de la boleta corta (sólo con candidatos a diputados nacionales) contra los que llevarán las dos categorías pegadas (diputados y presidente). Y no se trata de una compulsa por los centímetros de cada papeleta, sino del peso legislativo que consiga para pedir cosas al próximo presidente, para Misiones. El oficialismo local le puso una base ideológica y de poder a la decisión de no ir pegado a un candidato presidencial.
Especialmente para asegurarle a Oscar Herrera Ahuad el financiamiento, que le permita la gobernabilidad. Para ello, instaló en la agenda política de campaña el pedido de compensación económica a la Nación, sustentado en la cantidad de recursos que remite a la República, en recaudación, y lo “poco que se devuelve en coparticipación”.
“Después del resultado contundente del 2 de junio, Misiones ha tomado la decisión central de realizar una acción de alto compromiso político en favor de todos los misioneros, al plantear la compensación y restitución económica a la provincia al próximo presidente. Voy a buscar con máximo empeño que se cumpla con la compensación económica a los misioneros, porque con eso vamos a asegurar muchas cosas que necesitamos y que nos deben”, ratificó el viernes Herrera Ahuad en FM de las Misiones (la radio de PRIMERA EDICIÓN).
“Desde la política es fundamental tener los cuatro legisladores que ponemos en juego porque responden a Misiones, no responden a las decisiones de los partidos nacionales ni al dedo de un dirigente nacional que diga en Misiones hagamos tal cosa”, agregó el gobernador electo.
Al igual que Hugo Passalacqua, Herrera aseguró que se le garantizará al próximo presidente la gobernabilidad con los votos en el Congreso nacional mientras haya reciprocidad. “Ese fue el camino más importante, en cuanto a la tranquilidad de nuestra gente, de saber que podemos coordinar políticas públicas siempre desde la defensa de los intereses de nuestra provincia y exigiendo lo que nos corresponde”, dijo.
También se expresó el titular del Frente Renovador, Carlos Rovira: “el misionerismo en esta versión tan fuerte NEO 5.0, nació y está vigente desde el 2 de junio. Nació en la provincia y ahora falta que esa representación, de cuatro diputados nacionales, llegue al parlamento de la Nación porque van a ser un engranaje muy importante para sacar lo mejor para la Provincia”.
Reparto de boletas
Antes que se planteara en la Justicia Electoral la obligatoriedad de presentar boletas cortadas en los cuartos oscuros, que terminó con un fallo adverso de la Cámara Nacional Electoral a la decisión de la jueza misionera Verónica Skanata, el oficialismo provincial “bajó línea” a los militantes de ir casa por casa repartiendo la boleta corta propia y las de todos los candidatos a presidente de la Nación para que los misioneros armen el voto previamente.
Con ello, “se le facilita al misionero la posibilidad de elegir bien, sin riesgo a equivocarse ni entregarle su voto por error a otros dirigentes que responden a mandatos nacionales”, explicaron desde la renovación, al aparecer sobres con los votos de Diego Sartori y sus compañeros de lista con papeletas de Macri, Lavagna, Fernández, Gómez Centurión, entre otros.
“Si te gusta un candidato a presidente lo metés adentro del sobre y si te gusta el misionerismo como candidato a diputados nacionales los ponés por separado dentro del sobre en el cuarto oscuro. Es mucho más inteligente que meter la boleta larga”, sostuvo Passalacqua en un video que se viralizó en las redes sociales, reforzando la estrategia elegida por la conducción del espacio.
La interna opositora
En la vereda de enfrente a la Rosadita, la UCR, el PRO y el puertismo se juegan la cabeza de la lista de candidatos a diputados nacionales entre el alemseño Ricardo Andersen; Alfredo Schiavoni (funcionario de Rogelio Frigerio) y hermano del derrotado candidato a gobernador Humberto Schiavoni; y al hijo del embajador en España, Pedro Puerta. Sin la posibilidad que Mauricio Macri llegue a hacer campaña a Misiones (lo más cercano para la foto fue Corrientes, donde el presidente fue para encontrarse con los candidatos del NEA), el ala peronista de Juntos por el Cambio traerá al compañero de fórmula, Miguel Pichetto, antes de la veda para recorrer la tierra colorada.
Sin confirmación oficial, Macri estaría en Iguazú en los próximos días (posiblemente la semana posterior a las PASO) para reunirse con empresarios españoles que llegarán en un vuelo chárter de AirEuropa junto con el titular de esa compañía, tras la puesta en marcha de la conexión directa entre Madrid y la ciudad de las Cataratas.
Volviendo a la contienda interna de la alianza, la UCR se juega en estas PASO el peso de la territorialidad que asegura tener, diferenciada de la estructura PRO y la que pudo mantener el puertismo. Para Schiavoni, la elección le demostrará si la relación directa con el macrismo es suficiente para conquistar al electorado. O si el apellido incide negativamente tras las provinciales de junio pasado. Algo similar a Pedro Puerta, tras la historia política de su principal promotor, el exgobernador y actual diplomático.
Finalmente el Frente de Todos (PJ, kirchnerismo y el PAyS) podrá observar con las Primarias si la boleta larga con los Fernández tiene una llegada directa preferencial o los electores optan por la tijera. Llevan a la reelección a la diputada nacional eldoradense y camporista, Cristina Britez, y al titular del Partido Agrario misionero Héctor Bárbaro. Finalmente, espacios como el Partido Socialista y el Obrero ponen en juego en estas PASO su habilitación a las generales de octubre que les permita mantener cierta vigencia en la tierra colorada.
Lo que se juegan los electores
Fuera del plano partidario y militante, los electores que responderán a la convocatoria de la democracia, está directamente vinculado con un bienestar que pierde terreno día a día. Lo que esperan los argentinos -y los misioneros en particular- es que el salario rinda más, que la inflación no arrastre a más personas a la pobreza y a la indigencia. Que los candidatos, una vez electos, generen fuentes de trabajo y condiciones a los empresarios para que se abran las puertas de nuevos emprendimientos.
Los argentinos se juegan su futuro con el voto. Aunque sólo parezca una pelea de poder entre espacios que pugnan por manejar “la caja”. Por ello, es importante elegir a quien se considera el mejor candidato a concretar los anhelos, a dar respuestas a las demandas. A quien muestre que será capaz de transparentar el manejo de la cosa pública.
Por eso es importante no pensar el voto de manera individual, sino en el bienestar general que haga más grande a la Argentina. Eso, en este primer test electoral, se puede comenzar a definir el 11 de agosto.