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Tras el cierre de todas las finales regionales, al Centro Cultural doctor Aristóbulo del Valle (CeCAV) llegaron buenas nuevas: el arquero de Puerto Iguazú, Cristian Rojas, logró la clasificación a la final nacional que se disputará en Mar del Plata el fin de semana del 16 al 18 de agosto. Será la primera vez que un representante del club misionero diga presente en la categoría Senior Recurvo Olímpico y Cristian va por el podio.
Rojas había finalizado con un puntaje de 507 en el homologatorio y quedó entre los ocho mejores de su categoría en toda la región, lo que le valió el pasaje a Mar del Plata. “Está bien entrenado y tiene un buen posicionamiento”, destacó el arquero Vasco Baigorri, integrante del CeCAV, que cuenta con tiradores de toda la provincia, entre ellos Cristian que vive en Puerto Iguazú.
“Él viene entrenando desde hace tiempo, pero empezó a competir este año y se federó. Ha participado en torneos homologatorios de la Federación y con eso fue ascendiendo de categoría. Ahora será el primer representante misionero en la final nacional de Senior Recurvo Olímpico”, agregó Vasco.
“El sábado nos enteramos oficialmente, aunque ya teníamos noticias extraoficiales desde el miércoles de la semana pasada”, señaló Baigorri, quien también estará presente en Mar del Plata pero como juez.
El protagonista de la historia, Cristian Rojas, en realidad nació en Berazategui (Buenos Aires) pero vino a estudiar a Posadas la carrera de genética a principios de los años ’90. Una vez recibido viajó a Río de Janeiro, donde vivió hasta 2011, cuando concursó por el puesto de profesor en la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) y ganó. Desde entonces es uno más por las calles de Puerto Iguazú. Un misionero por adopción.
Es profesor de las materias de Biotecnología y Biología y trabaja en colaboración con la gente del laboratorio del Grupo de Investigación en Genética Aplicada (GIGA), perteneciente a la UNaM. Además de su trabajo como docente y la preparación para la final nacional de tiro con arco, Cristian es un músico aficionado. “En casa tengo varios instrumentos y todos los toco mal, pero me divierto”, dijo entre risas a EL DEPORTIVO.
Saxo soprano, flauta transversa, guitarra, bajo y piano son algunos de los instrumentos que tiene en su casa y que aprendió a tocar “de forma autodidacta”.
El sábado se enteró de la clasificación y comenzó a ordenar sus horarios para entrenar. Todos los días al mediodía llega a la cancha de básquet de la Universidad para una hora de práctica diaria, que se repite por la noche en su casa, donde tiene “un espacio seguro de 18 metros, que es la distancia oficial. En realidad tiene 18 metros y medio, así que no es muy confortable, pero es lo que hay. Igual, ese pequeño espacio de mi casa me permitió ganar tres torneos, así que es medio sagrado para mí”.
Allí, en ese “lugar sagrado” donde entrena todos los días, también se prepara para lo que se viene en menos de dos semanas: su primera final nacional. “En realidad me siento un novato”, le dijo a EL DEPOR. “Empecé a tirar con arco hace exactamente dos años, pero al principio fue puramente por diversión y lo practicaba cuando podía, una vez al mes, mas o menos”, contó.
Así fue hasta que en diciembre del año pasado conoció a los integrantes del Club de Arqueros de Puerto Yguazú (CAPY) y todo cambió: se compró un arco de competición y empezó a practicar con intenciones de mejorar.
Con ese objetivo en mente, se cruzó con la gente del CeCAV gracias a Juan Carlos Giménez, del CAPRI, quien le mencionó que existía este grupo en Aristóbulo. “Un día vi un posteo del CeCAV donde mencionaban que habían recibido la visita de la gente del CAPY. Inmediatamente le escribí al entrenador Vasco Baigorri y él me pasó el contacto… eso fue en diciembre del año pasado”.
Para mayo de este año, Cristian presentó todos los papeles para federarse y el 26 de ese mismo mes disputó su primer torneo oficial como arquero federado. Las cuentas indican que esto fue hace menos de tres meses.
“A pesar de que hasta aquí me fue bien, me siento inmaduro desde el punto de vista de la preparación, por lo que voy con cero expectativas a la final nacional”, admitió.
Pero tiene un sueño: “El oro. Pero soy consciente de que es apenas un sueño. Espero llegar lo más lejos posible en el torneo y servir de ejemplo para otros misioneros. A veces somos capaces de cosas inmensas, que no imaginamos siquiera. Yo no sabía que podría ser un buen arquero, por ejemplo. Si no me hubiese topado con la gente del CAPY, no lo hubiese sabido nunca, a mi edad sobre todo”, remarcó Cristian, que tiene 48 años “y medio”.
La llegada al CeCAV “fue lo mejor que me pasó”, aseguró, porque “sólo no iba a competir nunca. Ni siquiera conocía que existían estos torneos y el hecho de estar con otra gente que tiene tus mismos gustos te acaba potenciando. Hacés cosas que solo no harías”, afirmó.
Por estas horas, desde el CeCAV gestionan el traslado para Cristian, ya que falta poco menos de dos semanas para la final. Baigorri adelantó que entregaron una nota al Ministerio de Deportes para contar con apoyo para su viaje.
“Esperemos que se dé. Creo que va a ser importante para Misiones. Tengo entendido que soy el primer arquero en la modalidad Recurvo Olímpico de la provincia que clasifica para la final nacional”.
Y es así. “Me parece que es algo histórico, aunque salga penúltimo”, dijo entre risas. Su performance como arquero hace prever cualquier otro desenlace menos ése en la final.