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La Argentina se debate por estos días sobre la profundización de la crisis de la economía y el resultado de las elecciones Primarias del domingo pasado, con la equivocada reacción del presidente Mauricio Macri en la lectura del voto mayoritario de los argentinos.
Por esta razón, el economista José Piñeiro Iñiguez, exvicepresidente del Citibank (graduado en MBA en la Universidad de Harvard, EEUU), analizó en el programa Primera Plana por FM de las Misiones 89.3 la respuesta de los mercados tras las PASO.
“El factor preponderante es la credibilidad. El Gobierno no tiene credibilidad y esto se ve impactado en el mercado. Paralelamente a esto, nos encontramos con que no hay sustentabilidad de la economía. La macroeconomía de la Argentina es cada vez peor, se va acrecentando poco a poco. Los números no respaldan los resultados que se pretenden: llevamos 15 meses de recesión, una estanflación muy profunda, una desocupación de dos dígitos, el incremento de la deuda hace que el mercado perciba que los compromisos de la Argentina van a ser impagables en el futuro. Con lo cual, esta sumatoria de factores, va más allá de la elección en sí misma”.
Para Piñeiro Iñiguez, “el resultado económico ya estaba dado en la gente y se le adicionó el resultado de una elección Primaria para elegir un presidente futuro; y la gente contestó en función del ‘coeficiente heladera’. La gente no tiene ingresos para cubrir las necesidades básicas y primarias e hizo un voto castigo en general al Gobierno”.
En consecuencia, “el mercado, ¿cómo respondió a esta falta de credibilidad de la gente que se vio reflejada en las elecciones? Castigando, el mercado siempre castiga en función de las expectativas a futuro, porque el mercado es la lectura del futuro puesta en números”.
Sin embargo, el especialista de constante consulta por parte de empresarios internacionales, aseguró que “el mercado está absolutamente receptivo para encontrar una solución para la Argentina lo antes posible, para que se vaya encaminando a un futuro inmediato sin estos problemas”.
Y reveló que lo está “al punto que el Citi Group invitó a Alberto Fernández a Nueva York, a reunirse con una mesa de inversores internacional a conversar y dar tranquilidad sobre cómo ve el futuro financiero de la Argentina y las perspectivas de un futuro gobierno. Esto marca que el mercado está muy receptivo a ayudar o ver una salida posible entre acreedor y deudor, para evitar problemas y que se acreciente o espiralice trayendo problemas que no serían del tipo de cambio, sino que podrían ser de corridas financieras u otros”.
Piñeiro Iñiguez propuso “bajar los niveles de ansiedad. Hay que pedirle al gobierno de Macri que trate de administrar este tiempo que le queda hasta las elecciones, más allá de ser un candidato político posible de un partido, a actuar como un presidente que tiene un problema financiero entre manos, que va a afectar a 40 millones de personas”.
Cambios que no cambian
El exvicepresidente del Citibank fue consultado en la entrevista si los cambios de gabinete nacional que estarían en análisis por estos días, servirían para dar las señales que espera el mercado.
“Un cambio de gabinete no cambia nada porque este es un gobierno que tiene, de alguna manera, su suerte echada gane o pierda en las elecciones. Pero sí cambia que el presidente que comanda este barco diga ‘hemos cometido un error, grave, y tenemos que subsanarlo’. Eso sería, al menos, abrir una ventana a la equivocación tremenda que fue haber confiado en determinadas personas el manejo de este país durante estos cuatro años”, aseguró.
Hace falta un plan a futuro
José Piñeiro Iñiguez ratificó sus críticas a la falta de un plan económico sustentable durante el mandato de Cambiemos y los resultados que provocó dicha ausencia sobre los argentinos.
“Lo que pasó con la gente, traducido a la elección PASO, fue directamente proporcional a lo que la gente recibió del Gobierno. Hoy con un 35% de pobreza no hay mucho que analizar: Argentina está más pobre. En esta última semana solamente, para saber dónde estamos parados, el país generó 500 mil nuevos pobres, medio millón de nuevos pobres antes de las elecciones por la situación macroeconómica que Argentina presenta”, advirtió.
“El Gobierno en estos años se olvidó de la gente y gobernó en función de una oficina y una planilla de Excel. Realmente hizo un Gobierno de pocos para pocos, haciendo una gran transferencia de riqueza de muchos hacia pocos. Quizá no lo hizo adrede sino que se vio involucrado por su propia ideología, pero la transferencia de riqueza que se hizo en estos últimos años, fue del grueso de la población hacia grupos concentrados que manejan la economía y puso a más gente en la pobreza que hace cuatro años”, afirmó el economista.
Además sostuvo que “un nuevo gobierno va a tener que acercarse más al grueso de la población que, hoy por hoy, no habla de capacidad de ahorro, sino capacidad de consumo y está limitada de poder alimentarse. Cuando el país tiene un 35% de pobres y se posiciona como un productor de alimentos y es agroexportador de esos alimentos que la gente no puede comprar, tiene un problema grueso de definición de su matriz que este gobierno no supo ver. Paralelamente, el Gobierno hizo una serie de desprolijidades en cuanto al manejo técnico de la economía, ya sea por ideología o por incapacidad; y eso se ve reflejado en las expectativas que tiene la gente hacia el futuro en función de lo que vio del Gobierno actual en el presente”.
Acelerar la transición
Para el economista, los mercados ya ven a Alberto Fernández como el próximo presidente de la Nación a pesar que las PASO no eligió al sucesor de Macri.
“Las PASO no definieron eso. La gente en primera persona sí lo definió, por lo tanto los mercados asumen que el próximo presidente será Fernández y descuentan algo que es lo que Fernández pueda hacer, que se traduce en el valor de las acciones y los bonos o de lo que fuera. Pero los mercados son eso, mercados que reflejan las expectativas del futuro en el presente. Ahora, no hay nadie más interesado en arreglar el presente que los mercados mismos, porque buscan transmitir certidumbre hacia los inversores”, dijo Piñeiro Iñiguez.
“La complejidad del momento se da cuando el Gobierno se niega a admitir lo que ocurrió en el presente, producto de las elecciones, tratando de hacer una transición en conjunto. El Gobierno en cambio piensa que habrá unas elecciones futuras que lo van a beneficiar”, agregó.
Default potencial
“Hoy Argentina está en un ‘default potencial’ porque no puede asumir los compromisos que tiene”, advirtió José Piñeiro Iñiguez a FM de las Misiones. Reveló que “una aseguradora de riesgo, de categoría internacional, puso hoy (por ayer viernes) a la Argentina en categoría CCC, default”. Quiere decir que están viendo que el país no podría pagar sus compromisos hacia el futuro.
Explicó que “para tener una idea del producto de esta devaluación, Argentina va a terminar 2019 con un coeficiente de deuda externa versus PBI de aproximadamente el 115-120%. El límite máximo óptimo de ese coeficiente es 50%. Ese sólo número te advierte que vas a tener problemas en el futuro, un problema para generar los recursos necesarios para pagar los compromisos que, a fines de 2020, 2021 y 2022 son absolutamente imposibles de cumplir en el estado de la Argentina de hoy”.
Con una mirada esperanzadora ante el problema, aseguró que “ante la máxima dificultad que puede tener hoy la Argentina, se presentan siempre oportunidades paralelas que se deberían, una vez más, aprovechar. Esto no significa que tengamos un problema adicional al que tiene hoy el país. Si Argentina tuviese un plan posible, lanzado hacia el futuro, estuviera conciliada con los mercados internacionales, avalado por lo mercados financieros, obligadamente iría a una refinanciación que los mercados están muy dispuestos a darla porque los fondos están accesibles para la Argentina, pero no en el estado de hoy”.
Finalmente sostuvo que “el próximo presidente pienso que va a trabajar en un plan, en un plan posible porque así Argentina tendría (siempre en potencial) posibilidades de poder refinanciar sus problemas, posibilidades de tener un país viable, dentro de una economía fiable que pueda atemperar -así sea no de una manera esperada por la gente- las necesidades profundas de una gran parte de la población”.