
Tras conocerse la resolución del Juzgado de Instrucción 2 de esta ciudad, que le dictó la prisión preventiva por “homicidio simple y amenazas simples” al único detenido por el crimen de Mariano Skeppstedt (65), el abogado querellante y quien representa a la familia de la víctima, Alberto Oliva, dialogó con PRIMERA EDICIÓN.
El letrado reveló que al leer las consideraciones de la magistrada, a las que tuvo acceso, entendió que “la jueza instructora (Nuria Allou) tuvo en cuenta y valoró el todo del hecho, el contexto de violencia de género contra la hija de la víctima y los testimonios recabados en la causa. La defensa por su parte, intentó cambiar la calificación pero basados en solo una parte de la agresión, intentaron fraccionar lo sucedido”.
La víctima acudió al trabajo de su hija, el Juzgado de la calle Lavalle, con el objetivo de resguardarla de un posible ataque de su expareja quien, de acuerdo a los testimonios que constan en el expediente, amenazó vía mensajes de texto a la joven.
En esas circunstancias se encontraron Skeppstedt y su exyerno. Fue allí que el sospechoso lo agredió y se desencadenó la muerte.
Pocas horas después del hecho, el acusado -de 24 años- fue detenido en una propiedad de su progenitora en la vecina localidad de Nueve de Julio.
Luego de una meticulosa investigación y tras denegarle en dos ocasiones la excarcelación, la jueza Allou finalmente dictó la priión preventiva basada en un cúmulo de evidencias y testimonios, como así también considerando el riesgo de fuga del imputado.
La preventiva por “homicidio simple y amenazas simples” contempla de acuerdo al Código Penal Argentino una pena que va desde los 8 a los 25 años de prisión.
Informe
Respecto al informe forense, el representante de la familia, es decir la querella, fue objetivo al mencionar que “la jueza no pudo ver el material fílmico (cámaras de seguridad de la zona que muestran el momento del hecho), sin embargo y si bien el médico que hizo la autopsia explicó la mecánica del golpe, que fue de codo y no de puño, la magistrada tuvo en cuenta otras cuestiones, como ser las testimoniales y otras evidencias. En eso se fundamentó para dictar su resolución. Pedimos que más adelante y como parte de la investigación que pueda analizarse la secuencia fílmica de la agresión”.
Seguidamente Oliva refirió que “la defensa hizo hincapié en el desenlace final de la caída y no explicó la causa que llevó a ese desenlace. Solicitaron que la calificación sea homicidio preterintencional, sin embargo no tomaron toda la secuencia del hecho, sólo la parte final. La defensa buscó seccionar la secuencia de los hechos y no tomó en cuenta las amenazas previas a la hija de Skeppstedt durante las madrugada y la horas antes del hecho. Acá se descartó de plano el accidente, la legítima defensa o el preterintencional”.
Finalmente Oliva indicó que “en esta causa hay algo que nos encorseta a todas las partes, querella, defensa y la jueza, que es la Ley de Protección Integral contra toda violencia contra la mujer. Cuando existe violencia de género se debe investigar todo lo que sucedió durante, antes y después del hecho. Lo que significa criterio de amplitud probatoria para descubrir todas las circunstancias que rodean el caso”.
El acusado, tras ser notificado de la preventiva fue trasladado a la UP III de Eldorado, donde permanecerá tras las rejas hasta que se resuelva su situación procesal.
Resolución tuvo en cuenta a la hija de la víctima
En la resolución firmada por la jueza Nuria Allou, a la que tuvo acceso PRIMERA EDICIÓN y que consta de unas 60 fojas, la magistrada tuvo especial consideración en la gran cantidad de testimonios que dan cuenta de episodios de violencia por las cuales estaba denunciado el imputado, de 28 años y oriundo de Eldorado.
Un detalle no menor y que debe resaltarse es que en parte del documento hace hincapié en que el acusado debe permanecer detenido hasta que se resuelva su situación procesal debido a la “vulnerabilidad de la hija de la víctima, expareja del detenido, ya que puede estar en riesgo su vida y debe ser resguardada psicofísicamente”.
Entre las mencionadas víctimas consta el testimonio de la hija de Skeppstedt, de una expareja y madre de la hija del imputado e incluso la de un hombre que es actual pareja de esta última. Se consignaron otros testigos como base de las fundamentaciones, como ser familiares de Skeppstedt, compañeras de trabajo de la hija de la víctima y personas que presenciaron la agresión.
Se encuentran agregados los reportes de Criminalística y sumario policial de la Unidad Regional III, con asiento en Eldorado. Además, consta el informe del médico forense acerca de la autopsia, donde relata la mecánica de la caída y muerte de la víctima tras recibir el golpe.
El riesgo procesal como ser de fuga o entorpecimiento de la investigación abre la sección consideratoria. Seguidamente, la jueza refirió que “el imputado se retiró del lugar y no prestó auxilio a la víctima”, “permaneció oculto en un inmueble rural” (propiedad de la madre en Nueve de Julio), además de que “carece de arraigo laboral” y por ser Eldorado una zona geográfica “cercana a la frontera, persiste el riesgo de fuga”.
Con respecto al pedido de cambio de calificación en el hecho por parte de la defensa, que solicitó que el imputado sea investigado por “homicidio preterintencional”, en la resolución consta que “no se hace lugar por prematuro y por existir pruebas ordenadas y pendientes de producción”.