La escultora posadeña Silvana Kelm tuvo a su cargo una idea artística-ambientalista que plasmó en la entrada de la casa típica de la colectividad portuguesa en el Parque de las Naciones en Oberá.
Allí, la artista radicada desde hace años en la Capital del Monte diseñó tres sardinas (por ahora) a base de hierros y alambre para que niños y grandes depositen en su interior botellas plásticas, para convertirlo en una especie de basurero artístico y ecológico; emulando a la vez rasgos históricos y tradicionales de Portugal.
El primer diseño salió a la luz el pasado fin de semana y, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, la artista explicó al respecto que “la escultura reciclable de las sardinas que creé para la Colectividad Portuguesa nació tras una creación que también le hice a dicha colectividad: una escultura de un gallo de unos dos metros de alto. Días atrás vi que esta colectividad estaba interactuando con los niños y el motivo eran dibujos de sardinas, muy tradicionales en Portugal. Entonces se me ocurrió y les ofrecí armarles con hierro y alambres estos peces para que los más pequeños, en especial, los llenen con plásticos en una practica ambiental y de reciclado”.
Kelm añadió que “una vez concluida la Fiesta Nacional del Inmigrante y llenado su interior, la idea es cubrir estos basureros -junto a los niños, una vez más- con cemento y finalmente pintar las sardinas”.
Desde el otro lado del mundo
En otro tramo de la charla, la artista posadeña afincada en Oberá mencionó que la idea de las esculturas de las sardinas reciclables se le ocurrió al ver en varias playas de Europa tachos de basura gigante con formas de peces y otros diseños de animales, cuyo interior se iba rellenando con plásticos.
A partir de este concepto, “junto al artista Cristian Ferreira, que me ayudó en el armado de las sardinas, terminé mis primeros diseños para que durante la Fiesta del Inmigrante los chicos tiren plásticos por la boca de las sardinas, para aprender a no contaminar y a la vez cuidar el medio ambiente”, resaltó la escultora misionera.
La sardina: reina de la fiesta
¿Por qué la escultura de sardinas en la colectividad portuguesa?
Las fiestas patronales de San Antonio, Patrono de Lisboa (Portugal), acogen cada junio desde hace más de una década una peculiar competencia. Se trata del “Concurso Sardinhas Festas de Lisboa”. Este certamen está protagonizado por el ícono de los íconos de las fiestas lisboetas: la sardina.
Dibujantes, ilustradores, artistas y aficionados repartidos por todo el mundo presentan el diseño de su propia sardina. Los mismos son seleccionadas por un jurado y hay interesantes premios en efectivo.
De entre todos los participantes se escogen cinco sardinas ganadoras, que serán la imagen de las Fiestas de Lisboa de cada año.
Tras el concurso, se pueden observar en exposición por las calles de la ciudad las creaciones que se realizan año tras año.
También son tradicionales y muy distintivas en la cocina portuguesa la preparación de las sardinas en distintos tipos de comidas y platos.
Por ello, la Colectividad Portuguesa local quiso mostrar parte su cultura en Oberá, con estas atractivas esculturas.