La joven soportó un verdadero calvario desde que tenía doce años, cuando comenzaron los abusos sexuales por parte de su padrastro.
Con 20 años decidió romper el silencio. No necesitó mayores evidencias. Denunció que producto de las vejaciones, de las violaciones reiteradas a las que fue sometida a lo largo de casi la mitad de su corta vida tuvo tres hijos.
Esta pesadilla fue padecida bajo el seno familiar, en una humilde zona rural del municipio de Puerto Libertad, cercana al lago Urugua-í y conocida como colonia Tirica.
La Justicia ahora tomó cartas en el asunto y le dictó la prisión preventiva al acusado, un changarín que actualmente tiene 63 años.
Al profundizar la investigación también descubrieron que había una segunda víctima del sexagenario, su hija biológica de ocho años, quien fue desvestida y manoseada y estuvo a punto de ser abusada. Los gritos de la nena impidieron lo peor y pudo ser rescatada a tiempo, según se desprende de la resolución dada a conocer ayer por el Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, a cargo del magistrado Martín Brites.
De esta manera el hombre deberá permanecer tras las rejas hasta que se resuelva su situación procesal, acusado formalmente por “abuso sexual con acceso carnal agravado por la convivencia y abuso sexual simple agravado por la convivencia”.
Tras ser notificado en sede judicial de la prisión preventiva, el individuo fue trasladado a una unidad penitenciaria, a la espera de ser juzgado por sus actos.
En el marco de la investigación, una vez conocida la denuncia, se pudo establecer que el imputado abusaba desde hace ocho años de su hijastra, es decir desde que tenía doce años. Producto de ello la víctima tuvo tres hijos, quienes actualmente tienen 11 meses, 2 y 3 años, según consta en el expediente. Las vejaciones a las que era sometida la denunciante, eran todas bajo amenazas de muerte.
Incluso la misma víctima habría relatado que para que no dijera nada su padrastro le decía que la iba a matar a machetazos, a ella y a su madre, indicaron las fuentes consultadas.
Pesca, golpizas y horror
En las consideraciones generales del auto de prisión preventiva, al cual tuvo acceso PRIMERA EDICIÓN, se refiere, entre otras evidencias, que los abusos sexuales eran cometidos golpiza mediante, es decir que la joven a través de testimonios habría contado que, aún siendo menor, recibía agresiones físicas como respuesta a su resistencia.
La mayoría de las violaciones eran cometidas lejos de la vivienda familiar y de posibles testigos.
Lo siniestro del accionar del abusador era que sus excusas para llevar a la denunciante, en ese entonces menor, eran la de salir a pescar. Allí aprovechaba para golpearla y someterla.
Esto se reiteró durante años, ya que por temor a que le quitara la vida o a su madre, la víctima callaba lo que le estaba sucediendo a manos de quien la reconoció legalmente como hijastra. En 2015 tuvo a su primer hijo (ella tenía 16), mientras que cuando cumplió 18 tuvo su segundo hijo y poco después el tercero, todos producto de las violaciones.
La denunciante habría referido además, que su madre sabía de los abusos, sin embargo por temor a perder la vida por las amenazas no pudo hacer nada. La progenitora falleció hace apenas dos meses.
Vale aclarar que en el seno familiar son cinco hermanos (de entre 2 y 8 años), incluida la víctima, quien es la mayor y la única que es hijastra del imputado (los demás menores son hijos biológicos).
Celos y violencia
La captura del ahora imputado, según el sumario policial, fue posible días atrás debido a que el sexagenario encontró a su hijastra tomando mate con su vecino y en un arranque de celos los agredió a los dos.
Una vecina presenció lo sucedido y llamó a la Policía. Fue entonces que la joven se animó a contar la pesadilla que estaba viviendo desde hace años a manos de su padrastro.
Abusó de sus hermanitos
Un joven de 21 años recibió prisión preventiva por parte de la Justicia por el abuso sexual de sus dos hermanos menores, de 9 y 11, indicaron fuentes del caso.
La denuncia por el hecho fue radicada por la madre de las víctimas, quien registra domicilio en Comandante Andresito. La progenitora habría sorprendido in fraganti a su hijo mayor, según figura en el expediente.
Así las cosas ahora el imputado deberá permanecer en prisión porque se trata de una calificación que no contempla la excarcelación.
En las últimas horas fue notificado en el Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú por el delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo”.
Como indica el protocolo para este tipo de casos, los menores brindaron testimonio ante un Gabinete especializado del Poder Judicial, integrado entre otros profesionales por psicólogos.
En sus declaraciones los chicos habrían ratificado los vejámenes a los que eran sometidos.
Trascendió que al parecer los hermanos consideraban las agresiones sexuales “como un juego”, dando a entender que eran engañados por su hermano mayor, quien se aprovechaba de la corta edad e inocencia de los mismos y siempre en ausencia de la madre.
Si bien se cree que los abusos comenzaron en 2018, no está precisada aún la fecha de las violaciones.
El individuo, quien se dedicaba a la tarefa, fue denunciado el pasado 11 de julio por su madre, siendo detenido por la Policía una semana después. Cabe añadir que un médico forense constató los abusos.