Bruno Pereira de Lima Aranha se graduó en Historia en la Universidad de São Paulo, Brasil. Contó que todo empezó cuando cursaba la carrera y viajó a realizar un intercambio en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde le llamó la atención una materia que hablaba sobre la ocupación del Alto Paraná y la dinámica de la explotación yerbatera. Después de casi dos años de permanecer en nuestro país, se recibió e inició una maestría en la Universidad de São Paulo, y escribió su proyecto de investigación que analizaba los relatos de los viajeros de Buenos Aires que llegaron a Misiones a fines del siglo XIX, principios del XX. “Ahora en el doctorado hago una investigación más amplia que analiza los relatos de los argentinos y también las investigaciones científicas de los brasileños. Es un trabajo trasnacional acerca de la ocupación de esta zona que en esa época, en 1895, tampoco tenía una frontera delimitada”, explicó.
En la exposición realizada en el “Aníbal Cambas” presentó una parte del doctorado que está a punto de ser finalizado. Y uno de los resultados de la investigación es el libro “Fronteiras e territorialidades. Miradas sul-americanas da Amazônia à Patagônia”. Se trata de una obra colectiva entre el mismo Aranha, el profesor Carlo Romani, de la Universidad de Rio de Janeiro, y Carla Menegat, Universidad Federal de Rio Grande do Sul.
Nació en la ciudad de Itú, por lo que su mirada fue siempre hacia el interior. “Siempre miraba la frontera porque viajaba mucho con papá que era camionero, siempre me interesó la temática de la frontera con Paraguay y Argentina, que está más cerca de donde soy. Y cuando empecé la carrera de Historia siempre me interesaron los temas latinoamericanos, particularmente los que hablan de Argentina. Por eso fui a la UBA, que fue donde hice el recorte específico acerca de Misiones, que me interesaba mucho, porque era la primera vez que pude tener contacto con expediciones, pero no eran las europeas que venían a América, era otra mirada, una nueva mirada de argentinos hacia el interior de su propio espacio”, agregó. Añadió que “lo miraban como territorio pero que todavía no era. No estaba incorporado a la nación. Es un problema muy común entre Brasil y Argentina en esa época, por la disputa de la frontera”.
Vuelve a Misiones con frecuencia, más aún antes de la maestría” porque hice una recolección de fuentes, un trabajo de campo, fui al archivo de la Gobernación, al Centro del Conocimiento, para tener contacto con los relatos de viaje que hoy, a diferencia de otras épocas, están online”.
Para Bruno Pereira de Lima Aranha la investigación es infinita porque la historia siempre está cambiando. “Voy a seguir la investigación probablemente para un posdoctorado y paralelo a eso, seguir con la enseñanza, con la vida de un docente. Pero la investigación sobre la temática de la frontera es todavía medio nueva, incluso en Latinoamérica por lo general es una cosa muy nueva, entonces por eso son importantes estos trabajos colectivos porque tenemos intercambio con varios investigadores de Brasil, que es un país muy grande, y de otras partes de Latinoamérica. Es una historia con otra mirada, hacia adentro, hacia las problemáticas internas, problemáticas realmente americanas y nacionales. Es como una movida más o menos nueva en la historiografía brasileña y argentina”, admitió.
Dijo que Amable es en Misiones una referente de la historia regional y “pensamos que es importante mirar la historia más allá de las fronteras. Hablamos de la frontera y hablamos muchas veces de abstraer la cosa de la frontera y resignificar esos intercambios entre Brasil, Argentina, Paraguay y otros países latinoamericanos. La Junta de Estudios Históricos de Misiones es para mí una referencia”. Itú era el lugar desde donde salían los bandeirantes que venían a atacar esta zona.
“Salían al río Tieté, que les servía de ruta, llegaban al Paraná y se acercaban hasta aquí para destruir todo”, recordó. A su entender “es hasta gracioso porque en São Paulo hay una memoria de los bandeirantes como héroes, y acá es al revés. Existe un monumento a Andresito Artigas. Y eso para mí es muy interesante”. Esa es una de las preocupaciones de su trabajo. “No es una mirada solamente del Estado hacia esos espacios interiores, pero sí una mirada sobre la gente. Un análisis de la fuente histórica implica también que el historiador pueda extraer de estas fuentes un poco de la resistencia de la gente, de acá, de la frontera, que no era todavía Brasil y Argentina pero había gente. Había indígenas, esclavos que huyeron de Brasil, mestizos, que no tenían idea de esta cosa de la identidad nacional. Los viajeros tenían muy en claro en sus cabezas que había un proyecto nacional, pero la gente que estaba acá, en esta zona de la frontera no tenía idea, vivía su vida y se encontró, prácticamente, con un proyecto extranjero”, señaló.