El giro que dio la investigación por la ejecución del adolescente Víctor Fernando Márquez Dos Santos (16) continuó ayer con nuevas medidas tomadas por el juez de Instrucción, Fernando Luis Verón, quien ordenó liberar a cuatro de los siete policías provinciales detenidos un día antes, todos pertenecientes a la comisaría de Santa Ana.
El magistrado subrogante del Juzgado de Instrucción 2 dispuso a su vez la imputación provisoria para los dos oficiales y un cabo primero que seguirán bajo arresto en celdas aisladas.
En cuanto a la liberación de los restantes efectivos, fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN remarcaron que seguirán supeditados a la causa. Cabe señalar que continuarán en situación pasiva en cuanto a sus funciones en la fuerza de seguridad provincial, tal como lo dispuso la Jefatura de Policía como primera reacción a las sospechas y aprehensiones el sábado por la mañana.
En cuanto a las medidas administrativas, las mismas autoridades policiales ordenaron que la treintena de policías afectados a la seccional perteneciente a la Unidad Regional XIII fueran pasados a disponibilidad y bajo sumario de la Dirección Asuntos Internos y que después de estas labores se reasignen los destinos de servicio.
El juez Verón e investigadores de la Dirección Homicidios de la Policía retornaron durante la mañana de ayer a Santa Ana, para observar nuevos rastrillajes en la zona del crimen, una calle terrada y lateral a la Escuela de Comercio 10, a pocos metros de la avenida José de San Martín.
La pericia en este sector apuntaba a hallar el teléfono celular de Víctor Márquez Dos Santos y el arma homicida, una pistola calibre nueve milímetros. El resultado fue negativo.
Vale recordar, como lo adelantó ayer este Diario, que el escenario del crimen y sus metros lindantes fueron limpiados por máquinas viales que trabajaron durante la semana pasada, llamativamente sólo en la cuadra donde fue hallado tendido sin vida Víctor Fernando.
Ningún tramo del resto del perímetro del establecimiento educativo de nivel secundario (en el que la víctima cursaba el segundo año) fue reparado. Más llamativo aún porque hace “años que no pasa una máquina por la zona”, remarcaron vecinos el viernes por la noche cuando se manifestaron en reclamo de esclarecimiento del caso.
Oficial comprometido
Tal como lo adelantó este medio en su edición del domingo, uno de los tres detenidos está comprometido en la autoría del crimen de acuerdo a las primeras actuaciones que obran en los informes analizados por el juez instructor.
La fuerte sospecha recae sobre un oficial de servicio de la dependencia policial, de 32 años y sobre quien los datos logrados lo ubicarían en la zona del crimen y con la camioneta de patrulla de la seccional.
En cuanto a los cuatro policías liberados ayer -un sargento ayudante, dos cabos y una agente-, las pericias preliminares a sus armas reglamentarias arrojaron resultado negativo, pero sus coartadas resultaron determinantes para ser excarcelados e incluso los datos que aportaron fueron coincidentes para el criterio del juez.
No obstante, se dispuso que sigan ligados a la investigación judicial.
Balazo letal
El crimen que conmociona a la provincia se registró durante la madrugada del sábado 24 de agosto y se llevó la vida de un menor de 16 años a pocas cuadras del centro de Santa Ana, sobre una calle terrada en uno de los tantos sectores señalados a menudo como de tránsito de actividades de contrabando de elementos provenientes de Paraguay, como cigarrillos y hasta actividades ligadas al narcotráfico.
De todas maneras, alrededor de Víctor Márquez Dos Santos, no se detectaron acciones o conductas delictivas.
Por el momento se presume que el adolescente se dirigía hacia una vivienda a buscar a una amiga con la que estaba iniciando una relación sentimental más próxima, y que la acompañaría hasta el templo evangélico al que concurría para participar de la cocción de un locro para juntar recursos para su culto.
Se investiga si Víctor Fernando, en dirección a buscar a la menor, se cruzó con la camioneta policial, cuyos efectivos habrían estado cometiendo algún tipo de acción ilegal que nunca debió haber visto.
Esta sospecha surgió a los pocos minutos de ser hallado el estudiante muerto y el sábado pasado, siete días después del homicidio, tomó mayor fuerza con las siete detenciones concretadas.