Vecinos de los barrios más alejados del centro de esta ciudad piden más frecuencias en las líneas del servicio urbano de colectivos, sobre todo en los horarios del mediodía.
Es que los últimos vehículos que salen desde el centro hacia los asentamientos periféricos lo hacen a las doce y luego retoman recién a las 14.30, por lo que la mayoría de los empleados públicos y de comercios -que salen a las 13- no tienen como volver a sus casas durante largo tiempo.
En realidad, el sistema de transporte urbano de pasajeros de San Vicente funciona de forma muy precaria y son constantes los reclamos de mejoras por parte de los usuarios, que con seguridad le tocará resolver a la nueva administración municipal que asumirá el 10 de diciembre.
Hasta ahora las diferentes líneas están otorgadas a las empresas prestatarias mediante ordenanzas que autorizan a trabajar en forma precaria: se concesiona cada línea por determinados años y no hay control de cumplimiento de horarios y frecuencias. Las quejas de los vecinos se hacen sentir constantemente en los medios de comunicación locales, cuando las notas presentadas al Ejecutivo y al Concejo Deliberante caen en saco roto.
El lunes pasado, el Deliberativo recibió un planteo de usuarios del barrio Malvinas pidiendo que se incorpore un recorrido que salga del centro de la ciudad después de las 13 y vaya hacia ese conglomerado, que está a unos 4.000 metros del “corazón” de la ciudad.
Los solicitantes son fundamentalmente empleados públicos municipales, provinciales y nacionales y trabajadores del sector comercial. Todos ellos trabajan hasta las 12.30 o 13 y, como el último colectivo sale del centro minutos después de las 12 para llevar a los chicos que salen de los colegios, se quedan “a pie” hasta muy pasadas las 14, cuando parte la siguiente frecuencia.
Pero este no es el único reclamo: los vecinos del barrio Sagrada Familia, en el kilómetro 1.263 de la ruta nacional 14, también reclaman por los horarios de los colectivos que cubren ese sector de la Capital de la Madera. En realidad, tienen el mismo inconveniente que los del barrio Malvinas: una frecuencia sale a las 12 del centro y la siguiente, a las 14.30. En esta zona también hay muchos trabajadores del Estado y del sector comercial.
Paralelamente, ingresó al Concejo una nota del propietario de la empresa de transporte urbano de pasajeros Gaby para reactivar una línea de colectivos entre Picada Tarumá y el centro de la ciudad, cubriendo el recorrido por calles terradas que conectan los barrios Unidos, San Miguel y San Cayetano, entre otros.
Esta línea funciono un año allá por 2014 y luego su propietario no pidió la reasignación de línea. Luego de cuatro años sin servicio, volvió a solicitar la reactivación y el Concejo Deliberante pasó el tema a comisión para evaluar y tomar una decisión al respecto.