La dificultades asociadas al cepo que dispuso el Gobierno nacional no paran de llegar y comienzan a adquirir grandes cuotas de riesgo para el presente y el futuro. En ese sentido la brecha que comienza a generarse entre el dólar spot o ventanilla y el contado contra liquidación (con “liqui”) genera graves riesgos para empresas y provincias que necesitan de dólares.
Al respecto José Piñeiro Iñiguez, máster en negocios de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y exvicepresidente del Citibank, dialogó este viernes con el programa Primera Plana, que se emite por la FM 89.3 Santa María de las Misiones.
El especialista se refirió a la situación de las provincias y empresas frente al nuevo control de capitales y también al último desembolso de Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Hoy en día lo que se está viviendo son las consecuencias de las medidas adoptadas. En términos económicos, al único que no le podes escapar es a las consecuencias de las medidas que tomas”, indicó Piñeiro Iñiguez.
“El cepo impuesto al dólar días atrás empezó a tener consecuencias en la vida real de la gente y de las empresas. Empezó a hacerse bastante más compleja la operatoria del día a día”, analizó.
Al momento de analizar las consecuencias del nuevo cepo, indicó que “lo que se empezó a ver para las empresas es la imposibilidad de efectuar determinados pagos”.
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En ese grupo también incluyó a las provincias, como ser el caso de la Ciudad de Buenos Aires o Córdoba, “que tienen pagos que hacer al exterior producto de compromisos que tomaron en el tiempo”.
En este sentido, Piñeiro Iñiguez explicó que se dan dos casos: “Por un lado están las empresas que tienen los dólares en efectivo en Argentina y que tienen que darle esos dólares al banco agente que, a su vez, en el exterior le va a pagar a un montón de tenedores de bonos”. Por el otro lado, las “que tienen pesos y, con esos pesos, deberían comprar dólares y entregarlos a los bancos agentes para que paguen los compromisos en el exterior”. En ambos casos, advirtió que “se dieron cuenta ahora, que esa operación no la pueden hacer”.
Ante este panorama, “la solución para las provincias y las empresas es ir por la operación de contado contra liquidación”, indicó.
“Cuando esta medida se implementó valía lo mismo que el billete físico. Pero, el mercado al ver este dólar restringido empieza a tomar una brecha en el contado con ‘liqui’ contra el dólar spot que está en la ventanilla de los bancos”, explicó Piñeiro Iñiguez.
“Esa brecha va ir creciendo con el tiempo. Nació con un 5%, se fue a un 10%, en el corto plazo superó los 20%, hoy -por ayer- cerró en 74 pesos y quizás para octubre o noviembre tengamos una brecha superior al 40%”, agregó.
“Cuando vas al día a día, empresas y provincias se encuentran que tienen que comprar un dólar que ya no vale 58 pesos para pagar los compromisos, va a valer 73 pesos o más, lo que valga en el momento de efectuar el pago”, explicó el economista.
Mayor inflación
El especialista dejó en claro que esto sí cambia el día a día de las empresas o las provincias. “Estos sobrecostos que se ven obligados a pagar, vuelven en el precio de los productos que la empresas fabriquen o vuelven en impuestos, en el caso de las provincias”, advirtió.
“Ves la inflación de agosto que fue de 4%, pero sólo refleja el estampido de una semana y media. El arrastre que tuvo para el mes siguiente es de 3,5%. Septiembre no va a bajar de 5% y octubre no puede bajar de 4,5%, en el mejor de los casos”, continuó.
Piñeiro Iñiguez recalcó que “este escenario nada tiene que ver con el desembolso del FMI”.
Sobre esta cuestión, advirtió que es lógico que no ocurra porque “nadie te desembolsa en estas condiciones de incertidumbre total en el mercado. Hoy es algo anecdótico 5.400 millones de dólares en el contexto de Argentina”, aseveró.
Acorralados
“El contado con ‘liqui’ es la única manera que un ente jurídico pueda acceder a un dólar realmente efectivo para hacer operaciones comerciales o financieras”, explicó.
“Que se iba a producir una brecha es lógico. Cualquiera que está en el mercado financiero sabía que esto iba a pasar”, indicó el economista.
“La brecha se va a ir agrandando en función de la desconfianza del mercado hacia lo que va pasando en el día a día”, advirtió.
“La diferencia lógica debería ser en torno al 10%. Si la situación fuera estable se hubiera mantenido. Como Argentina presenta cada vez más incertidumbre y más incredibilidad de los operadores de mercado, esa brecha va creciendo. Se estima que a fin de año, la brecha va a estar en 40% o 50%”, exclamó Piñeiro Iñiguez.
Si se da esta situación, “obligaría al Gobierno a correr el piso, el valor del dólar billete”, advirtió.
“Cuando dejás esa brecha tan alta, automáticamente el mercado se encarga de intermediar entre los dos dólares. Compra en el más bajo para vender en el más alto”, alertó.
“El Banco Central tendría que estar regulando todos los días. Se gana mucho dinero en ese sistema de comprar barato y vender caro”, explicó. “Esto es lo que está pasando en el día a día y son consecuencias del cepo establecido”, analizó.
Sobre el problema
“Esta medida se tomó por la escasez de dólares que el Banco Central (BCRA) tiene y eso también se dio por las medidas que el Gobierno fue tomando y generó una desconfianza extrema en el funcionamiento”, alertó.
Sobre esta cuestión, indicó que “se hizo una corrida contra el peso y la gente fue percibiendo que el Central no tenía los dólares suficiente para hacer frente a la demanda”.
“Pese a que se encargaron de asegurar que sí tenían, parece que no era así y por eso se dio este cepo improvisado”, advirtió Piñeiro Iñiguez.
“Esto afecta a todo ente jurídico. Las empresas y las provincias no pueden hacer frente a sus obligaciones por que está absolutamente vedado el acceso al mercado de cambios”, aseguró.
“El acceso que tienen es ir al contado con ‘liqui’. La diferencia es que este mercado alternativo cada vez va a valer mucho más y las obligaciones valdrán un 20,30 o 40% más en dólares”, reafirmó.
Hacia adelante, el economista indicó que “si esto siguiera de esta manera, el BCRA tendría que ir implementando más limitaciones a la operatoria de dólares”.
“Siguen siendo escasos los que hay para los compromisos que tiene que abastecer”. explicó.
“Hace dos semanas hay un goteo permanente de dólares que van saliendo del Central. Ya sea por que la gente retira, porque hay que efectuar pagos o porque hay que atender compromisos de importaciones. El Central tiene salida pero no tiene entrada, el goteo es permanente”, continuó.
En este contexto, Piñeiro Iñiguez explicó que la fuga de reservas fue de 1.000 millones de dólares diarios la hace dos semanas y de 400 millones de dólares después.
¿Cuánto más aguanta el funcionamiento de la economía con el goteo permanente de dólares que tiene?, se preguntó.