Vivimos en un mundo que se está urbanizando a marchas aceleradas. En 1900 solamente el 13% de la población mundial vivía en ciudades. Desde entonces, hay más población urbana que rural. La tendencia no sólo no cambia, sino que se acelera. “Ya no vivimos más en chacras, para bien o para mal vivimos en ciudades”, aseguró Pablo Sevi, uno de los disertantes.
Es por ello que, bajo el lema “Camino a una Ciudad inteligente”, el encuentro “Smart Posadas 2019” propuso charlas breves donde se debatieron soluciones para afrontar temáticas variadas como movilidad, sustentabilidad, inclusión, transformación digital, aprendizaje y seguridad de la región.
Los encargados de las charlas fueron Aníbal Gronda (Corrientes, Argentina), Carlos Cayetano Oliver (Salta, Argentina), Pablo Sevi (Misiones, Argentina), Juan I. Martos (Misiones, Argentina), Marcelo Rodríguez (Misiones, Argentina) y Sergio Mura (Asunción, Paraguay).
Cada uno de ellos presentó ideas a futuro o experiencias innovadoras ya puestas a prueba para el desarrollo inteligente de las ciudades.
Experiencias inteligentes
En cuanto a la movilidad, Sergio Mura habló acerca de “Muv”, una plataforma digital paraguaya de intermediación gratuita disponible para sistemas Android e iOS que conecta a pasajeros y “muvers” (conductores) con el fin de solucionar la falta de alternativas de movilidad para trayectos por la ciudad de Asunción y Gran Asunción.
Al hablar de seguridad, Carlos Oliver habló de las implementaciones de diversas tecnologías en el cuerpo policial de Salta. Entre ellas, cámaras de vigilancia de distintos tipos y aplicaciones para los celulares del personal de la fuerza, entre otras.
En relación a la sustentabilidad, Juan Martos propuso pensar a Posadas como una “súper manzana”. Esto es una forma de organización urbana que pretende introducir dos cambios fundamentales: la jerarquización del tránsito de personas y el aumento de espacios verdes.
“Dejemos de poner al auto en el lugar imperante del espacio e incorporemos otras formas de movilidad: bicicletas y monopatín eléctrico para darle más cabida al peatón”, propuso.
La escuela de robótica de Posadas también dijo presente en el encuentro, mostrando los últimos proyectos realizados mediante el uso de diversas tecnologías.
Pese a la diversidad de tópicos, los disertantes coincidieron en que la clave de una “ciudad inteligente” es el factor humano, y no la tecnología.
“Para pensar las ciudades inteligentes hay que tener un enfoque mucho más humano que tecnológico porque vivimos en una sociedad de personas, y no de máquinas”, explicó Sevi.
Siguiendo la misma línea, Carlos Oliver afirmó que “nuestros usuarios son las personas y a ellas tenemos que responder”.
Hacia una ciudad inteligente
En este sentido, el concepto de “ciudad inteligente” surgió como una necesidad de utilizar las nuevas tecnologías a favor de mejorar la calidad de vida de los habitantes urbanos.
Si hay algo que caracteriza a las ciudades inteligentes es que implican el desarrollo urbano integrado e interactivo, lo que significa permitir el acceso a la información y facilidad de movimiento para todos los ciudadanos. “Las ciudades inteligentes nos hablan, nos escuchan, nos preguntan, nos responden y nos cuidan”, dijo Sevi.
Una Ciudad Inteligente se basa en:
• Incorporación de la tecnología de información y comunicación (TIC) a los servicios públicos para facilitar la transparencia, la velocidad y la participación ciudadana.
• Empresas de servicios públicos que sean eficientes.
• Protección y seguridad, como la incorporación de servicios como redes de videocámaras, iluminación adecuada de zonas comunes, vigilancia y patrullaje intensivo.
• Participación ciudadana en los asuntos locales. Para ello se necesita un diseño de foros electorales y participativos.
• Planificación del tránsito que reduzca la necesidad del uso de vehículos particulares y el consumo de energía.
• Características ecológicas basadas en minimizar la huella de carbono y el respeto al medio ambiente.
• Criterios de población mínimos para la planificación de la incorporación de elementos en relación a consumo energético, tránsito y otros servicios públicos.