La Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA) llamó a más de 40 mil panaderías asociadas a no comprar harina a los molinos que decidieron dolarizar sus precios.
La medida de fuerza surgió luego de la decisión de la empresa Molino Cañuelas que decidió dolarizar los precios de la materia prima y atarlos a la cotización del Banco Nación.
En consonancia, el titular del Centro de Industriales Panaderos de Misiones, Omar Acosta, dijo a la FM 89.3 que Misiones se plegó a la iniciativa aunque remarcó que “aparentemente estaría solucionado el problema”.
“Yo le compro a este molino y me vino la factura normal y están cobrando prácticamente al contado, le pasó a gente morosa que estaba pagando tarde. Aparentemente estaría solucionado el problema, este molino habría sacado la leyenda de la facturación que aparte es legal”, señaló Acosta.
Cabe recordar que el Molinos Cañuelas informó a sus clientes panaderos que al momento de cobrar la harina se iba a tomar el precio del dólar de la cotización del día del Banco Nación. “La reacción fue de todo el país, FAIPA demandó a la federación molinera medidas urgentes porque fue muy agresiva la forma de cobrar”, expresó.
A todo esto, manifestó que “mientras el dólar esté quieto, el precio de la harina también lo estará”. “El trigo se cotiza a precio de dólar, si la moneda estadounidense se mueve, el trigo se mueve, es como el petróleo”, apuntó.
Asimismo descartó un faltante de harina. “Todo está en el precio dólar, en un aumento del dólar la harina aumenta un 70%. Si el dólar sube un peso, la harina sube 70 centavos, el 30% restante es sueldo, gastos internos y cosas así. Y cuando sube el precio, el molino no sube automáticamente, lo hace de manera paulatina salvo caso como ocurrió después de las PASO que fue muy grande la estampida del peso y se acentuó más la problemática del precio de la harina”, detalló.
En materia de precios, Acosta consideró que los insumos (margarina, grasa y descartables) registraron un incremento del 30%, sin embargo los panaderos no pudieron trasladar todo esto al precio final del producto. “Todo aumentó de golpe un 30%, pero nosotros no pudimos llevar eso al público, es imposible, porque las ventas están bajas y si trasladamos todo los costos no consumen más”, apreció.
Y precisó que “hoy una torta básica estaría alrededor de los 500 pesos el kilo, el litro de leche está 240 pesos, el dulce de leche a 120 pesos el kilo y así va sumando, todo subió en general y no para. Cuando hay inflación la gente que tiene locales para alquilar cobra lo que se le canta y uno no puede pasar todo esto al precio final”, asestó.