
Este miércoles declararon dos de los tres acusados y se dijeron inocentes. Uno culpó a la Policía, por haberlo involucrado en el ataque seguido de robo que ocurrió el 19 de enero de 2016 en Paraje La Línea. La víctima en cambio reconoció ayer a los autores en el juicio que se lleva adelante en el Tribunal Penal 1 de esta ciudad.
Minutos antes de las 9 los magistrados, Francisco Aguirre y José Pablo Rivero abrieron el debate. Luego de la lectura de la elevación a juicio en la que se dieron detalles acerca de lo ocurrido en la vivienda de Víctor Rosendo Álvez (39), quien recibió cuatro disparos, le dieron la palabra a uno de los imputados.
“Soy inocente”
Martín Andrés Cardozo “Martinsinho” (30), fue el primero en hablar ante el Tribunal. “Yo soy inocente, trabajo, soy vendedor, tengo el dinero justo para ayudar a mi hijo, a mi mamá, a mis sobrinos, y no tenía ninguna necesidad de hacer eso. Todo se va a aclarar para bien”, dijo el acusado sobre el asalto que culminó con el robo de un Volkswagen Vento y 70 mil pesos que estaban en el habitáculo.
“Martinsinho” estuvo detenido dos meses y diez días y logró la excarcelación al quedar acusado de “partícipe secundario” del hecho. Ante la pregunta de la fiscal acerca de cómo se enteró del caso, dijo que fue al otro día a través de las noticias.
“¿Le llamaron a usted el día anterior?”, preguntó la fiscal. “Sí, de un número raro, me ofrecieron un arma. Le dije que no quería meterme en eso y corté porque era un número privado. Ustedes tienen mi celular, ahí está todo, no tengo nada que esconder”, dijo “Martinsinho”.
Para profundizar su versión acerca de que no tuvo nada que ver con el hecho, señaló que ese día, él, junto con otra persona, se dirigieron a Posadas en su camioneta, con intenciones de cruzar hacia Paraguay. “Está la boleta de peaje y el registro de las cámaras”, afirmó.
En busca de precisiones debido a la relevancia de lo que hizo ese día, el juez Aguirre le pidió que aclare qué día viajó hacia Posadas. “Fue el 19 de enero, aproximadamente a las 11”, detalló. En este punto es necesario recordar que el ataque en la casa de Álvez ocurrió a las 11.30.
En otra de las partes más importantes de su testimonio, cuando le preguntaron desde el estrado por qué pensaba que ocurrió el hecho, apuntó a la fuerza policial. “Lo que yo pienso es que todo partió de la Brigada. Anteriormente me hicieron un allanamiento y rompieron todas mis cosas. Ellos siempre me molestaban, llegaban a cruzarme la patrulla y se burlaban de mi. ‘Ya vas a pagar por la denuncia, ya vas a caer’ me decían. Después de que yo estuve preso nunca más me molestaron”, sostuvo Martín Cardozo.
Por último, ante la pregunta de la defensora de Sergio Fabián Rodríguez, “Martinsinho”, dijo que no lo conocía y que la primera vez que lo vio fue cuando compartieron celda.
“Yo no tuve nada que ver”
Seguidamente fue el turno de Juan Cardozo, hermano de “Martinsinho” y en la misma línea se desligó completamente del hecho.
“Yo no tuve nada que ver. Ese día, el 19 de enero estuve en mi casa. Hacía una semana que estaba haciendo una casita para mi mamá. No recuerdo bien la hora, pero me levanté y llevé la moto a arreglar a dos cuadras de mi casa. Seguí trabajando con mi padrastro hasta aproximadamente las 12 y media. Mi madre preparó el almuerzo y comimos afuera, frente a la casa. Todos los vecinos me vieron inclusive gente que pasaba por el lugar”.
Luego de mencionar esto reconoció que anteriormente había tenido problemas con la Justicia. “Yo hice macanas anteriormente pero pagué, sufrí mucho e hice sufrir a mi mamá y no quiero que ella vuelva a vivir lo mismo. Me están haciendo pasar por algo que no hice”, dijo entre lágrimas.
Prosiguió quejándose que lo detuvieron de forma violenta frente a toda su familia. “Estuve incomunicado tres días sin poder verlos y cuando me llevaron a declarar yo no sabía qué era lo que había sucedido”.
Dijo no conocer a Víctor Rosendo Álvez. “Nunca le vi a ese pobre hombre ni a su familia, no sé donde viven y ni siquiera conozco Panambi”, cerró.
Testigos
Declaró un chofer de colectivo quien dijo no conocer a los acusados pero sin embargo se acordaba de haberlos visto cerca de Los Helechos. “Subieron al ómnibus y bajaron en Panambí”, indicó.
Dijo también que uno tenía un tatuaje en el cuello, pero no recordaba si efectivamente era uno de los que estaban en el banquillo.
“Calibre 45 y una Magnum”
El segundo testigo fue el hijo de la víctima, quien relató que eran tres personas armadas las que llegaron a su casa. “Los tres tenían armas y eran de calibre 45 y una Magnum”. “Eran personas de unos treinta años que hablaban en tonada brasileña”, explicó.
Le pidieron que mirara a los acusados y dijera si se acordaba de alguno de ellos como los que atacaron ese día. Efectivamente, reconoció a Rodríguez como el que había estado aquella vez en la casa.
Otro de los testigos fue la esposa de Álvez, quien también señaló que las tres personas llegaron caminado y señaló a Juan Cardozo como el que gatilló contra a su marido.
Hoy continuará el debate con la comparencia de más testigos y se espera que declare Rodríguez, el otro imputado que por consejo de su abogada pospuso para hoy su testimonio.
“Él me puso el revólver en el pecho y gatilló”
Víctor Rosendo Álvez fue el principal testigo de la primera audiencia. Relató que ese “llegaron tres tipos a mi casa. Son esos dos de ahí, pero acá falta uno más”.
Mirándolos de frente los señaló, “este tenía un Magnum 357 y aquel una 9 milímetros. Pero falta uno más que no está aquí presente. Me quisieron llevar adentro de mi casa. Yo me resistí y este señor me puso el revolver en el pecho. Me gatilló pero no salió la bala. Después, este otro señor me pegó el tiro con la 9. Empecé a correr y me dispararon varias veces. Le grité socorro a mi hermano. Luego vi que ya habían agarrado el auto (un Volkswagen Vento) y cuando yo me escondía detrás de una parrilla que tengo en el fondo de mi casa, salió uno más y efectuó un disparo que pegó en una mesa, rebotó y me dio en la pierna. Me la destrozó en 50 pedazos y me cortó la arteria. Mi hermano me socorrió y me llevaron al hospital. Recuerdo escuchar a un médico decir que no había oportunidad de salvarme. Estuve a punto de que me cortaran la pierna. Me repuse pero nunca más pude trabajar como antes. Yo antes vivía bien, era monotributista, tenía una empresa de viruta prensada, daba trabajo, tenía auto, salía de vacaciones y ahora no tengo más nada. Por culpa de esta gente me tuve que meter en la droga. Me descubrieron, fui preso, completé la condena y salí hace un mes y 15 días por buena conducta. Destruyeron mi vida y la de mi familia. Hoy apenas tengo para comer”.
En la continuación de su relato dijo que junto con su excuñado, “Martinsinho” dio los datos a los otros para que llegaran a su casa a cometer el asalto. “Son los cabecillas que idearon el plan. Mi ex cuñado era taxista y siempre iba a Paraguay. Esa vez ellos se quedaron a dormir allá (Encarnación), para tener una excusa de que no tenían nada que ver con el hecho”.
Señaló que en ningún momento perdió la conciencia y aún estando en Oberá, el médico creía que no iba llegar con vida a Posadas por lo que pidió a la familia que se despidiera de él. “En ese momento recuerdo que vino mi excuñado y frente a mi cara me dijo, pero que hijo de p… por qué no te moriste”.