
La segunda audiencia en el Tribunal Penal 1 de Oberá por el asalto que ocurrió en enero de 2016, transcurrió este jueves con la declaración de varios testigos, pero principalmente la del acusado que faltaba, Sergio Rodríguez (29). Tal como lo hicieron los hermanos Juan Darío y Martín Andrés “Martinsinho” Cardozo, este también se desligó del ataque que sufrió Víctor Rosendo Álvez (39).
Dirigiéndose a los jueces Lilia Avendaño, Francisco Aguirre y José Pablo Rivero expresó: “Yo quiero que se haga justicia, porque tal vez ustedes no son los culpables de que yo esté acá, pero desde un primer momento todo fue un mal procedimiento de la Policía. Yo en esta causa no tengo ningún conocimiento de nada. Cuando me detuvieron ya había pasado un año del hecho”, dijo Rodríguez.
“La víctima dijo que me reconoció en un baile, cuando me cruzó en el baño. Supuestamente me quedé al lado de él lavándome las manos. Eso es absurdo, ¿cómo me voy a quedar al lado de la supuesta víctima a la que yo casi maté?”, sostuvo.
“En un momento vinieron como cinco policías, me llevaron al costado y comenzaron a preguntarme cosas. En eso viene la supuesta víctima con un par de policías más y cuando estaba cerca les dijo: ‘sí, este fue el hijo de p… que casi me mató’. Me largo dos piñas yo estando esposado”.
Prosiguió su relato diciendo que lo usaron como chivo expiatorio. “Uno de los efectivos de la Brigada me miraba y se reía, como diciendo acá cayó un gil, para meterme en un caso del que ya había pasado un año. Como a mí, le podía haber pasado a otro que tuviera tatuajes (así lo identificaron). Entiendo que (Álvez) haya quedado traumado por lo que le pasó, es obvio que va querer buscar justicia, pero tienen que atrapar a la persona que realmente fue”, fustigó.
Finalmente Rodríguez reiteró que desde octubre de 2015 a abril de 2016, no estuvo en la provincia. Afirmó que anduvo por Quilmes y por Entre Ríos, trabajando en construcción y jardinería.
La madrastra de Rodríguez también fue citada a declarar y sostuvo que estaba segura que él había estado en Buenos Aires en la fecha que ocurrió el asalto: “Yo estoy segura porque nació mi nieta y él estaba”.
“Estuvo en la casa de la madre”
Tal como lo había dicho Juan Darío Cardozo en su declaración del miércoles, en la jornada del jueves otro de los testigos lo ubico efectivamente en la casa de su madre. Este fue la pareja de la mamá de Cardozo, quien declaró que estuvieron trabajando en el lugar.
Esta declaración estuvo en línea con lo expresado por otra vecina, quien dijo que recordaba que en esos días lo vio trabajando allí, además de verlo en horas del mediodía del 19 de enero lavando ropa.
También, otra vecina del barrio San Miguel ubicó a Juan Darío Cardozo trabajando en la casa de la madre. Dijo además que los vio que pararon para almorzar al mediodía.
Otro de los testimonios centrales fue el aportado por un comisario jefe de la Brigada de Investigaciones. El mismo dijo que hace años conocía a los Cardozo y a Martín sobretodo, por haberlo metido preso muchas veces.
En otra parte de su alocución, recordó que en un traslado, uno de los detenidos, de apellido Rodríguez manifestó a los policías que su compañero de celda le confesó que participó del robo y que un tal “Martinsinho” le pasó los datos para asaltar a la víctima.
En la ronda de testigos también citaron a tres internos de la cárcel de Cerro Azul. El primero indicó, que cuando estuvo en una comisaría, uno al que le decían ‘Roballo’, le manifestó que habían ido “a cobrarle una cuenta por cigarrillos” a Álvez y que un tal Martín lo había ordenado. A su vez, dijo que conoció a Sergio Rodríguez en la celda y le dijo que estaba triste porque lo involucraron en una causa.
Los otros dos declarantes entraron en profundas contradicciones cuando ante los magistrados defendieron a Rodríguez y a los Cardozo, pero era algo totalmente opuesto a lo que habían dicho en la etapa de instrucción de la causa.
El debate pasó a un cuarto intermedio para el lunes, cuando será el turno de los alegatos y probablemente haya sentencia.