Se realizó el jueves en el Museo Aníbal Cambas un acto en recuerdo del trágico Ciclón de Encarnación, ocurrido el 20 de septiembre de 1926 y que ayer viernes tuvo su conmemoración central en la costanera de la vecina ciudad paraguaya.
El trágico suceso dejó un saldo de 400 muertos y más de 500 heridos (ver abajo).
En la ceremonia en Posadas estuvieron presentes el vicegobernador electo de Misiones, Carlos Arce; el presidente del Concejo Deliberante capitalino, Fernando Meza; el presidente de la Junta Municipal de Encarnación, Eduardo Florentín; e integrantes de los deliberativos de ambas localidades.
Además, la directora del Archivo Municipal posadeño, Silvia Gómez, se encargó de trazar una reseña histórica del suceso, donde destacó el rol protagónico de los vecinos posadeños.
En esa misma línea se expresó ante PRIMERA EDICIÓN el presidente de la Junta Municipal de Encarnación, Eduardo Florentín, quien recordó que “el 20 de septiembre de 1926 ocurrió uno de los mayores desastres en el mundo en tiempos de paz, con más de 400 muertos y una ciudad prácticamente destruida y diezmada. Esa fatídica noche, el pueblo posadeño acudió rápidamente al pedido de auxilio que realizaron los encarnacenos que pudieron cruzar el río Paraná y gracias a esa intervención se pudo evitar un número de muertes aún mayor. Por eso Encarnación está eternamente agradecida con el pueblo posadeño”.
Vale recordar que esta fecha es parte de una ordenanza municipal que data de 1998, en la cual se declaró en ambas ciudades el 20 de septiembre como “Día de la Confraternidad y de la Solidaridad entre los pueblos fronterizos de Posadas y Encarnación”.
Al respecto, el presidente del Concejo Deliberante posadeño, Fernando Meza, explicó a este Diario que “a través del Foro Interparlamentario Municipal Permanente (FIMPer), que une ambas ciudades, decidimos traer a colación la ordenanza vigente en ambas orillas y por ello hoy (por ayer) realizamos este acto recordatorio en Posadas y mañana (por hoy) habrá otro en Encarnación, desde las 19.30 en la costanera de dicha ciudad. Así, una vez más se unen los lazos de estos dos puntos fronterizos, pero a la vez hermanados desde el nacimiento mismo de ambas ciudades”, anunció.
En otro tramo de la charla, Meza resaltó que “no debemos olvidar, como así no lo olvidan nuestros hermanos paraguayos, que fueron los vecinos de Posadas los primeros en socorrer a los habitantes de Encarnación, tras el paso del ciclón. Hubo decenas de personas que hicieron innumerables viajes de orilla a orilla y Posadas se transformó en un verdadero puesto de auxilio y asistencia e incluso desde acá se mandó el telégrafo a Asunción dando aviso de la catástrofe”.
Con música de las dos orillas
Luego de acto recordatorio, los funcionarios recorrieron el Museo Cambas, la feria de artesanos de ambas orillas y después disfrutaron de las actuaciones del Ballet Folclórico de la Escuela Municipal de Danzas de Posadas, “Arpas Paraguayas” de Encarnación y Los Hermanos Núñez, que estuvieron a cargo del cierre.
A 93 años
El “tornado” o “Ciclón de Encarnación” fue un evento meteorológico que ocurrió pasadas las 18 del 20 de septiembre de 1926. Se estima que su categoría fue un EF4 en la escala Fujita-Pearson, por su intensidad, nivel de destrucción y particularidad. Se trató de la tormenta más destructiva en extensión que haya afectado al Paraguay y la más mortífera del continente. Se estima que fallecieron unas 400 personas y más de 500 resultaron heridas, con incalculables pérdidas materiales que provocaron una regresión económica de la que en aquel entonces era la segunda ciudad más importante del vecino país.
En aquella ocasión Posadas tuvo un rol fundamental, ya que fue la primera población que acudió en ayuda de los hermanos encarnacenos. Es que, tras el ciclón, Jorge Memmel y el vicario José Kreuser cruzaron en canoa el río Paraná para pedir ayuda en la actual capital misionera y el Gobernador de la provincia en ese entonces, Héctor Barreyro, organizó un inmediato operativo con barcos, médicos, alimentos, ropas y botiquines. Para la medianoche de ese lunes, los médicos posadeños ya habían llegado al Consulado argentino en Encarnación, donde se estableció un hospital de emergencia.