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En este contexto, los delegados gremiales de la comuna mantuvieron una reunión con el intendente, Esteban Romero, quien les manifestó que “por el momento no cuentan con recursos suficientes como para cumplir con el pago de un beneficio de las mismas características que el otorgado a nivel provincial”.
En consecuencia, mañana se llevará a cabo una asamblea entre empleados y gremialistas para definir las acciones a seguir y no se descartan medidas de fuerza.
“En asamblea se va a tomar una decisión sobre los pasos a seguir en el reclamo”, sentenció Alberto José Méndez, delegado de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN).
Trascendió que desde el Ejecutivo municipal aducen que los recortes en coparticipación, debido a la quita de IVA y distintas medidas aplicadas por el Gobierno nacional, perjudicaron a las arcas y ocasionaron que “por ahora” sea “casi imposible” el pago de un bono como el de los $7.500 que se está pagando a nivel provincial.
Los municipales ya habían enviado varias notas solicitando un plus, junto con la firma de la totalidad de los empleados (tanto de planta como contratados), y plantearon la urgente necesidad de percibir este beneficio que decretó el Gobierno provincial.